PRIMER TREN AÉREO INTERNACIONAL
FIRST INTERNATIONAL SKY TRAIN ON EARTH
Esta historia comienza antes, exactamente el 28 de marzo de 1935, cuando una comisión de entusiastas visita al Secretario de Comunicaciones cubano, Dr. Pelayo Cuervo Navarro, para solicitar el permiso con vistas a emprender una hazaña nunca antes realizada: un Tren Aéreo Internacional sobre el mar entre Miami (EE.UU.) y La Habana (Cuba).
El Tren Aéreo consistía en un aeroplano a motor que llevaría, a remolque, a dos aviones planeadores, sin motor. Algo similar al ferrocarril: locomotora y dos vagones, pero por el aire y con aviones. Aprobada la iniciativa, Cuba designó al experimentado piloto Agustín Parla Orduña para la organización y participación en el evento.
En abril se adoptaron todas las disposiciones pertinentes (Cuba aportó 3 000 pesos) y en mayo estaba todo listo. El Tren Aéreo despegó de Miami a eso de la una de la tarde del 14 de mayo y a las dos y cinco minutos la fortaleza de La Cabaña disparó un cañonazo para anunciar que el Tren sobrevolaba a Key West, rumbo a La Habana.
La multitud se alborotó. Los habaneros desbordaban la ciudad, estaban llenos el Paseo del Prado, la Plaza de la Fraternidad y calles aledañas al Capitolio Nacional, en la azotea de los edificios estaban los vecinos, todo el mundo atento.
A las tres y diez minutos, de La Cabaña salieron dos cañonazos consecutivos. ¡Ya está a la vista!, gritaban los que tenían prismáticos. Los habaneros vieron tres puntos en el horizonte: eran los tres aviones, los cuales, al llegar, sobrevolaron el Capitolio. Se hizo un silencio total, todos observaban los aviones.
El avión remolcador, tripulado por Elwood Klein y Agustín Parla, soltó amarras y voló con rumbo oeste, hacia el aeropuerto de Columbia (Marianao). Los planeadores realizaron filigranas aéreas en el cielo habanero. A las tres y veinticinco, aterrizó frente al Capitolio el G-448, pilotado por el excampeón de vuelo a vela Jack O’Meara, el que rodó y se detuvo en el cine Payret. Y tres minutos después tomaba tierra el G-11180, con Richard DuPont a los mandos.
El vuelo recorrió 240 millas, de ellas unas 90 sobre el mar (Estrecho de la Florida), lo que significó el Primer Tren Aéreo Internacional con itinerario sobre el mar del mundo. Hicieron el viaje en poco más de dos horas. Los aviones llevaban escrito “First International Sky Train Cuba-USA”.