MARCAS MERCURY
CON EL NOMBRE DEL DIOS ROMANO DE LA VELOCIDAD Y EL COMERCIO, MERCURIO, CUYA FIGURA FUE SU PRIMER LOGO, LA MARCA SE FUNDÓ EN 1937 POR EDSEL FORD La Marca
El vertiginoso desarrollo de Ford Motor Company con su exitoso Ford T, le permitió adquirir otra marca más lujosa: Lincoln, en el año 1922, para así complementar los pedidos de clientes de mayor rango social. Pero luego, Ford necesitó otra nueva marca, intermedia, no tan económica como Ford ni tan lujosa como Lincoln, y ahí nació Mercury, en 1937.
Edsel Bryant Ford fue el único hijo de Henry Ford. Ya siendo presidente de Ford Motor Company, Edsel creó la división Mercury para fabricar autos de semi-lujo. El primero fue el Mercury Eight (1938), también conocido como el Súper Ford. Traía motor de 8 cilindros con una potencia de 95 HP. Su línea aerodinámica impactó inmediatamente en el mercado.
Con algún lujo, potente y barato, en 1938 ya rodaban unos 17 000 Mercury, y para 1942 —cuando cesó su producción por la II Guerra Mundial—, habían llegado a los 155 000. En 1946 reanudaron con el modelo de 1942, en modernización, y en 1950 ya había un millón de Mercury en la calle. A partir de 1951 cambió totalmente.
Nueva carrocería, caja de velocidades automática (Merc-o-Matic) y mayor potencia. En el boom del «sueño americano», los jóvenes personalizaban su Mercury (modificado); y entró en Hollywood conducido por James Dean en su icónica película Rebelde sin
causa, de 1955. Años más tarde, en 1986, Sylvester Stallone también utilizó uno modelo Monterrey de 1950 (modificado) en su película Cobra.
En los 60, Mercury se mantuvo y, en los 70, durante la crisis del petróleo, la marca respondió con sus modelos más pequeños, Capri y Bobcat, ambos fabricados en Europa. En EE. UU. presentaron el Cougar XR-7, con novedoso diseño, un modelo que disparó las ventas. Para los 80, sacaron el Sable (1986) de diseño aerodinámico y bajo consumo de combustible.
Mercury tuvo en los 90 minivan (Villager) y SUV (Mountaineer). Y para el siglo XXI, trabajó en mejorar rendimientos, eficiencia y consumo, amén de emisiones. Asimismo, para abaratar, empezó a compartir características de diseño. No fue suficiente y se dijo que Mercury cerraría. Ford lo desmintió y, en 2008, continuó con autos medianos. Pero finalmente, en 2011, los Mercury dejaron de fabricarse.