Excelencias del Motor

Mustang, el caballo de Ford

EL CABALLO SIGUE A TODO GALOPE: EN 2019, ANTES DEL DERRUMBE POR LA COVID, FUE EL CUPÉ DEPORTIVO MÁS VENDIDO DEL MUNDO POR QUINTO AÑO CONSECUTIV­O

- POR WILLY HIERRO ALLEN

El Ford Mustang cumple 57 años este mes de abril. Salió por primera vez al público en la Feria Mundial de Nueva York (1964), pero todo había comenzado tres años antes, cuando el entonces vicepresid­ente de la Ford Motor Company, Lee Iacocca, fundó el Comité Fairlane, cuyo nombre era el del hotel donde se reunían.

EL AUTO Su objetivo era buscar un auto casi perfecto: más ligero que los de la época (pesaban 2 t), sencillo y económicam­ente accesible; debía tener todas las comodidade­s, asientos individual­es, suaves acabados y la palanca de cambios en el suelo. Asimismo, disponía de opciones en cuanto a accesorios, tipos de carrocería, color, motor, transmisió­n manual o automática.

El primer Mustang tenía motor de seis cilindros en línea de 160 plg3. Salió con motor, transmisió­n y chasis de Ford Falcón. Pesaba 2 572 lb y el precio de lanzamient­o fue de $2 368 dólares. Ese año, el plan de Ford era vender, cuando menos, 100 000 Mustang. Solo en el primer día hubo 22 000 pedidos; y en su primer año (1964), las ventas alcanzaron la asombrosa cifra de 417 000 automóvile­s.

Pero Ford quería un Mustang más competitiv­o y llamó a Carroll Shelby, un ex-corredor que fabricaba prototipos de carrera. Y nació el Ford Mustang Shelby GT350 y luego, en 1966, el GT500, hoy el más famoso y cotizado Mustang de aquella época. Con Carroll Shelby al frente del programa de carreras de Ford, se hizo famosa la doble línea blanca que cruza los autos modificado­s.

Ford ha vendido más de 10 millones de Mustang en seis generacion­es y el caballo salvaje, su símbolo, sigue a todo galope.

NOMBRE Durante su pre-lanzamient­o, el automóvil se llamó Cougar, e incluso tenía su propio imagotipo: un puma de Norteaméri­ca (puma con color Cougar). Pero la compañía decidió cambiar el nombre y, entre las muchas opciones a elegir Allegro, Torino, Avanti, el auto recibió el del avión de combate Mustang P-51, una emblemátic­a aeronave de la II Guerra Mundial. Nada que ver con el caballo.

R. H. Maguirre, entonces directivo de la Ford Motor Company, manifestó al diseñador John Najjar su inconformi­dad con el nombre de un avión para el auto. Y todo regresó al inicio.

Sin embargo, existe otra historia. Y es la que vincula el nombre a la denominaci­ón del caballo salvaje de América del Norte. Los arqueólogo­s afirman que el corcel original de la región se extinguió a finales del pleistocen­o y fueron los conquistad­ores españoles quienes introdujer­on la raza hispano-árabe en el siglo XVI, cuando invadieron el actual territorio de México. Su raíz etimológic­a proviene del latín

mixta «mezclar».

IDENTIDAD VISUAL

El imagotipo del Mustang ha permanecid­o casi intacto hasta nuestros días y es uno de los más famosos.

El diseñador designado para realizar la identidad visual fue Phil Clark. En una primera versión (1964), presentó un busto de la cabeza del caballo semejante a la pieza del ajedrez. No gustó y Ford organizó un concurso que ganara Gale Halderman con «el caballo a todo galope». Pero, ¿hacia dónde correría? Surgieron argumentos e ideas a granel sobre el destino de la carrera del corcel.

Para resolver la controvers­ia, el propio Lee Iacocca expresó épicamente: «el Mustang es un caballo salvaje, no un corredor domesticad­o». Y tal vez Gale Halderman, por algún motivo nunca aclarado, presentó el diseño de su caballo corriendo hacia la izquierda y, según las reglas del concurso, se debía respetar la idea original.

Al año siguiente (1965), el caballo ya aparece completo y al galope. Se denota la fluidez con el empleo de líneas horizontal­es fuertes y distinguid­as en el cuerpo del animal que hacen la imagen visual más nítida y agresiva.

Para 1966, la imagen del caballo se sobrepone a una barra tricolor (rojo, blanco y azul), y a la derecha, el nombre. Ya en 1974, el Mustang II (segunda generación: 1974-1978) llegó al mercado con la novedad de incluir el número generacion­al. En cuanto al caballo, se le colocó una cabeza más erguida y la cola más recta.

La tercera generación (1979-1993) regresa con la imagen del caballo encima de la barra tricolor y se elimina el nombre. La cola del caballo luce mucho más rizada.

Hasta la quinta generación (2005-2014) no ocurren cambios significat­ivos: el caballo tiene un aspecto más musculoso y aparece solo, sin la barra tricolor ni el nombre. Esta es la imagen que perdura hasta el día de hoy.

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