Excelencias del Motor

Trabant, el auto popular de la RDA

EL TRABANT SE PRODUJO PARA MOTORIZAR A LA_ RDA_ (REPÚBLICA_ DEMOCRÁTIC­A ALEMANA). YA NO SE FABRICA, PERO FORMA PARTE DE LA LEYENDA DE LA AUTOMOCIÓN DEL ENTONCES CAMPO SOCIALISTA

- POR WILLY HIERRO ALLEN

Entre el tráfico vehicular de los otrora países socialista­s aún pueden, verse algunos Trabant. Su pequeño propulsor tiene ese sonido caracterís­tico de los motores de dos tiempos. Es el símbolo del automóvil de la extinta RDA. Aunque no fue el único auto fabricado allí antes de la reunificac­ión de Alemania, su particular factura e imagen lo hacen ícono de una época para más de una generación.

Pero _ ¿por_ qué _ este _ pequeño _ auto _ se ha convertido en leyenda? Finalizada de II Guerra Mundial ,_ la_ derrota da_ Alemania_ quedó_ dividida: RDA y RFA (República Federal Alemana). En territorio de la RDA quedaron importante­s fábricas de automóvile­s alemanes como Horch y Audi. Estas instalacio­nes y otras formaron, en 1948, IFA (Industriev­er band Fahrzeugba­u), la mega empresa socialista encargada de fabricar vehículos automotore­s en la parte oriental de Alemania (RDA).

Entre los múltiples encargos del Gobierno para la construcci­ón de vehículos automotore­s, estaba la fabricació­n de un «auto social», hecho en las instalacio­nes de Zwickau (en los predios de uno de los pioneros del auto alemán: Augusto Horch, 1868-1951), por la VEB Sachsenrin­g, en 1954, tras superar innumerabl­es escollos. El primer experiment­o se llamó Zwickau AWZ P70, del que se fabricaron 36 151 unidades entre 1955 y 1958.

Pero el Estado alemán quería algo mejor y más económico, así fue como nació el Trabant en 1957. Su nombre significa «satélite», elegido en concurso popular entre los 6 000 trabajador­es que intervinie­ron en la fabricació­n del nuevo auto. Y se escogió ese nombre para saludar el lanzamient­o del primer satélite artificial de la Tierra, el Sputnik. El primero salió en el otoño de ese año.

Lucía como un pequeño sedán de dos puertas, de apenas 3,37 m de largo, pero con buena capacidad interior: admite cuatro personas. Dispone de maletero y, bajo el capó, el motor de dos tiempos (2T). Con chasis de acero y refuerzo en las puertas, el resto de la carrocería es de duro-plástico, un material fabricado con desechos de algodón y resina, que se moldea y pesa muy poco. El auto pesaba solo 620 kg.

El motor 2T de dos cilindros, 26 CV, con caja de cuatro velocidade­s y transmisió­n delantera. El consumo era de 6 L (gasolina y aceite) por cada 100 km y velocidad máxima de 112 km/h. Había Trabant para todos los gustos y requerimie­ntos: sedán (incluido el de lujo, con calefacció­n

y luces antiniebla), descapotab­le, camioneta, jeep y hasta una _ horrible _ limusina; _ así _ como _ para _ distintos _usos: policía, bomberos, carreras…

Su precio de compra: 7 000 marcos, los básicos; hasta 10 000 los más sofisticad­os. Era económico, si consideram­os que el salario medio de un empleado era de 400 marcos. Lo complicado era adquirirlo, pues la lista de solicitud demoraba más de 10 años. Por eso los Trabant de uso costaban más caros que los nuevos, pues lo comprabas de inmediato. Se fabricaron más de tres millones de Trabant.

Durante sus 34 años de fabricació­n, salieron varias ediciones. La primera, de 1957 a 1962, se llamó P50 (motor de 500 cc); la segunda, de 1962 a 1964, fue la 600 (motor de 600 cc); y la tercera, 601, la más más extendida de la marca, llegó hasta 1991, unos dos años después de «la caída del Muro de Berlín». El pequeño y modesto Trabant no pudo resistir el embate de los modernos automóvile­s occidental­es.

Hubo un intento de sobrevivir tras «la caída del Muro». En 1990 se creó el modelo 1.1, que era el mismo 601 con motor de cuatro tiempos (4T) del Volkswagen Polo, pero no cuajó y, al año siguiente, la fábrica cerró para que, finalmente, se vendiera al gigante automotor Volkswagen. Sin embargo, lejos de desaparece­r, el Trabant se convirtió en leyenda y ahora es perseguido por los coleccioni­stas.

Y los turistas que visitan la zona oriental de Alemania lo hacen en Trabant descapotab­les, conducidos por guías turísticos. Como la RDA exportó Trabant a los países de Europa del Este, todavía aparecen rodando por ahí. A Rusia llegaron cuando los militares soviéticos, asentados en la RDA, volvieron a su país. A Cuba los trajeron los estudiante­s y trabajador­es que regresaron de la RDA. Todavía quedan Trabant en los clubes de fans y/o en pleno uso, con su caracterís­tico sonido del motor de 2T.

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En 2009 apareció cierto prototipo construido por un consorcio de varias industrias germanas. Mantiene las líneas clásicas conocidas y, según dicen, planean hacerlo en dos modelos: uno totalmente eléctrico y otro con motor de BMW. ¿Será que el Trabant regresará a la línea de montaje?
Por si todo lo que les he contado fuera poco, supe que hay un proyecto alemán para revivir el antiguo Trabant. En 2009 apareció cierto prototipo construido por un consorcio de varias industrias germanas. Mantiene las líneas clásicas conocidas y, según dicen, planean hacerlo en dos modelos: uno totalmente eléctrico y otro con motor de BMW. ¿Será que el Trabant regresará a la línea de montaje?
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