Kamaz 6282, exitoso bus eléctrico ruso
EL KAMAZ 6282 YA TIENE CIENTOS DE UNIDADES CIRCULANDO EN MOSCÚ. SU SEGUNDA GENERACIÓN TIENE IMPORTANTES MEJORAS. VEAMOS
El Kamaz 6282 fue presentado en 2018 y desde entonces incorporó una segunda generación que introduce varias mejoras: una válida opción para nuestra movilidad en las ciudades actuales. Con una imagen moderna, de formas suaves y despejadas, sobresale por el amplio uso del vidrio, lo que se traduce en excelente visibilidad y mejor ambiente en su interior. Esto permite a sus pasajeros, disfrutar de las vistas que se presenten y escapar del agobio que a veces supone tener que viajar en ómnibus por la ciudad.
El Kamaz 6282 tiene una versión estándar y otra articulada, muy apreciada en ciudades congestionadas. En este último caso, el Kamaz 6282 está provisto de cuatro espaciosas puertas ―acristaladas por completo― las cuales, combinadas con su arquitectura Low Floor garantizan una excelente facilidad de acceso.
Los principales cambios han estado dirigidos, precisamente, al aprovechamiento del espacio y funcionalidad, sobresaliendo las facilidades para discapacitados y su equipamiento con video-cámaras y tecnologías de comunicación satelital.
El Kamaz 6282, ofrece hasta 70 km de autonomía en una carga de sus baterías de litio-titanio, las cuales se pueden recargar entre 6 y 12 minutos, si se emplea una estación de carga ultra-rápida, a través de un pantógrafo. También dispone de la opción de carga normal desde una toma trifásica de 380 V, que Kamaz denomina carga nocturna.
Tiene una longitud de 12,4 m y 3,3 m de alto en su versión estándar, con una capacidad de 85 pasajeros. El Kamaz 6282 puede alcanzar una velocidad máxima de 75 km/h, pero esta no es la prioridad, como se puede entender.
Se utiliza sobre todo en Moscú que, a día de hoy, es la ciudad europea con mayor número de autobuses eléctricos en funcionamiento ―con 500 vehículos― seguida de Londres con 300 y París con 259.
Los buses 100 % eléctricos ―como el Kamaz 6282― eliminan 10 ton de óxidos de nitrógeno, 350 lb de partículas de diésel y 1,690 ton de CO2, en 12 años de servicio, acorde con el mismísimo Departamento de Transporte de EE. UU.