Triumph Bonneville, ícono británico de dos ruedas
EL MODELO BONNEVILLE T120 APARECIÓ POR PRIMERA VEZ EN EL SALÓN DE LA MOTO EARLS COURT DE LONDRES, ALLÁ POR 1958, Y SE COMERCIALIZÓ AL AÑO SIGUIENTE
La Triumph Bonneville resultó un gran éxito de la marca en la postguerra. Después de la II Guerra Mundial, Inglaterra desarrolló fuertemente su industria motociclística y, entre las más famosas, sobresale este modelo. Su nombre se debe a las famosas salinas del Lago Salado de Bonneville, en el estado norteamericano de Utah.
Corrían los años 50 cuando el motociclista privado Johnny Allen preparó un Triumph modelo Tiger T110 y se fue a las salinas de Bonneville a probar su velocidad. Sus marcas fueron récords (que luego no se reconocieron), pero la fama de esta Triumph le dio esa popularidad tan necesaria para convertirse en una de las motos míticas.
El fabricante inglés mostró un novedoso modelo en el Earls Court Bike Show de 1958: Bonneville, en honor a Johnny Allen. Así nació la Triumph Bonneville, cuya producción y venta comenzaron en 1959. El modelo era un mejorado Tiger T120, pero con prestaciones y una suavidad muy superiores.
Al Triumph Bonneville lo impulsaba un motor bicilíndrico en paralelo de 650 cc con válvulas en cabeza. Este impulsor, creado por Edward Turner, respondía a las exigencias del mercado estadounidense, el cual reclamaba motos de mayor rendimiento, potencia y velocidad.
Para cumplir tal objetivo, que incluía superar los 190 km/h, se introdujo la nueva configuración con doble carburador Amal Monobloc, de 30 mm, pues la versión inicial solo rendía 46 CV a 6 500 rpm. Se anunciaba como «el mayor rendimiento de una moto de producción en serie».
Después de una primera modificación del diseño, en 1960, el éxito fue generalizado tanto en el Reino Unido como en los EE. UU. El chasis monocuna del año 59 recibió algunas críticas y, al año siguiente, montaron un Dúplex desdoblado debajo del motor. En 1963 recibió un fuerte repaso, con nuevo motor, caja de velocidades y transmisión.
Los personajes más «duros» del Hollywood de los años 60, como James Dean (Rebelde sin causa), Steve McQueen (The Great Escape) y Marlon Brando (The Wild One), la llevaron a la pantalla grande. Bob Dylan y Clint Eastwood rodaron en sus Bonneville y el temerario Evel Knievel la usaba para realizar fabulosos saltos, como el de la fuente del Caesars Pallace.
El mejor momento del modelo Bonneville fue los años 1969-1970. Tras una serie de mejoras se logró alcanzar el cénit de su evolución. La más significativa se realizó en el motor, con una entrega de potencia mucho más suave y mayor facilidad de manejo a baja velocidad.
Además, el diseño del chasis cambió: los amortiguadores traseros pasaron a ser simples muelles expuestos, tal cual deseo de la mayoría de los pilotos jóvenes. Para 1971, la estructura usaba la espina central como tanque de aceite, algo novedoso que reducía, además, el peso de la moto.
La Triumph Bonneville fue un ícono de los British Rockers, que la hicieron suya durante la «guerra» contra los modelos scooter de Los Mods. La base de los Rockers fue el ACE Café (Londres), donde se podían ver aparcadas las Triumph. Ahí nació el modelo Café Racer.
Pero la crisis de los años 70 se hizo presente. La competencia de las motos japonesas apretó y la industria británica se resintió. Marcas emblemáticas como BSA y Ariel quebraron. Los altibajos del mercado, la anticuada maquinaria y los rumores de cierre amenazaban a Triumph. En 1973, ante esa situación, los obreros tomaron la fábrica e hicieron huelga.
Prácticamente no se fabricó ninguna motocicleta durante el siguiente año. En 1975 los trabajadores formaron la cooperativa Meriden Motorcycle. De vuelta a la producción, salió el Triumph Bonneville T140, con el bastidor convencional y el motor ampliado a 724 cc.
Más poderoso, el Bonneville T140 daba 53 CV a 6 500 rpm. Además, sumó una caja de 5 velocidades, el timón elevado y freno delantero de disco. Se produjo hasta principios de la década del 80 y fueron las últimas Triumph Bonneville antes del cierre de la fábrica de Meriden, en el año 1983.
El Triumph Bonneville fue y será sinónimo de la tradición y de la historia del motociclismo británico. ¿Intensiones de revivir el modelo? Sí la hubo. Entre 1985 y 1988 se fabricaron algunas unidades más bajo licencia por LF Harris de Newton Abbot, Devon. Y hay más, pero esas ya son otras historias.