La Harley-Davidson más hermosa de La Habana
JULIO PALMERO PEDRIANES ES UN «HARLISTA» DE CORAZÓN. HACE 38 AÑOS CONDUJO SU PRIMERA MOTO (HARLEY-DAVIDSON, POR SUPUESTO) Y NUNCA MÁS LAS OLVIDÓ
Conversar con Julio junto a su Harley-Davidson (HD) en el garaje de los bajos de su casa en Miramar (La Habana, Cuba) es como rodar por las carreteras de la Isla y disfrutar de esa libertad que solo se consigue a bordo de una motocicleta. Y sorprendido quedé cuando vi, en su taller, una foto de dos faros que conozco: Punta de Maisí y Cabo de San Antonio (ambos extremos de la isla de Cuba), rodeados de motos HD.
LA MOTO
Es un modelo Panhead (que traducido al español significa, más o menos, «cabeza de sartén», debido a que las cubiertas del motor, un V-Twin OHV, parecen dos sartenes bocabajo). Fue fabricado entre 1948 y 1965; pero el Panhead de Julio es de 1952, en atractivo estado de conservación, aunque customizado con motor de arranque, luces incorporas delante y detrás, así como una pintura blanca impoluta que la hace mucho más bella. Además, tiene su historia particular.
Allá por el año 91 del siglo pasado, hace ahora 30 años, conoció a unos muchachos de la ciudad de Güines (actual provincia Mayabeque) que vinieron a La Habana vendiendo una HD Panhead de 1952. Cuando le preguntaron a Julio si él sabía quién podría estar interesado, la compró.
En el 95, un español radicado en Cuba y amante de las motos HD se la compró a Julio para rodar por carreteras cubanas. Más tarde, el motorista español se la vendió a una alemana que tenía intenciones de llevársela para su país. Pero como eso está prohibido, se la vendió a cierto italiano quien, tras usarla un tiempo, fue a ver a Julio para saber cuánto le darían por su maltrecha HD
Panhead. Y Julio la volvió a comprar.
La moto H-D, fabricada en Estados Unidos, es icónica en la Isla. Cada año, en el mes de febrero, «harlistas» de todo el país se reúnen (todo un fin de semana) en el balneario de Varadero donde, además, disfrutan de un concierto del cantautor cubano Raúl Paz, propietario también de una HD.
Las H-D rodaban en Cuba antes de la II Guerra Mundial, distribuidas por el santiaguero Luis Breto y familia, además de ser el vehículo oficial de la policía motorizada antes del triunfo de la Revolución cubana. También el cine contribuyó a la fama de las Panhead: la chopper «Capitán América» usada por Peter Fonda en la película Easy Rider (1969), lleva un motor de Panhead, así como la del personaje Billy Bike que interpretaba el actor Dennis Hopper.
EL DUEÑO
Con apenas 20 años, Julio Palmero consiguió su primera motocicleta: una viaja Harley-Davidson modelo Knucklehead de 1945, una clásica que debe su nombre al cierre hermético de las culatas, cuya forma se asemeja a los nudillos de una mano. Se fabricó hasta 1947, cuando fue sustituida por la Panhead. Hurgando en la memoria de Julio, cuenta entre 23 o 24 motocicletas de su propiedad durante su vida, todas ellas, por supuesto, Harley-Davidson. Qué gran reconocimiento para la marca de Milwaukee (Wisconsin, EE. UU.) y a sus creadores, William S. Harley y Arthur Davidson, por parte del cubano Julio Palmero Pedrianes, aficionado a las motos y los autos clásicos (sí, porque además Julio atesora un Lincoln Continental Mark II, de 1956 [ExM 40, Autos Clásicos]).
Enamorado de la particular belleza de los vehículos clásicos, en sus ratos libres ayuda a amigos en su restauración. No es un mecánico, es un artista. Su amor por las Harley-Davidson lo hizo presidente del club Havana Harley entre 2000 y 2013, época durante la cual realizaron viajes por toda Cuba. Cuenta Julio que la vuelta a la Isla, de una punta a la otra, donde están ubicados los faros de La Concha (Punta de Maisí, inaugurado en 1862) y de Roncali (Cabo de San Antonio, inaugurado en 1850), se llevó a cabo por un grupo de cinco intrépidos «harlistas», él entre ellos. Hubo tantas aventuras que sería imposible enumerarlas.
Con sus 58 años, Julio sigue disfrutando de su Harley-Davidson Panhead 1952 que customizó a su gusto, con el mismo regocijo con que, allá por 1983, se subió a aquella H-D de 1945, que había adquirido. Total, solo han pasado 38 años y hoy le agrada tanto como antes…