Política
Carbajal: Enredados con las extradiciones
Acasi cuatro meses de asumir sus cargos, los quince magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), la Policía y el Ejército siguen enredados con unas 20 solicitudes de extradición que deben cumplir al gobierno de Estados Unidos, pero misteriosamente nadie atina el paradero de poderosos ligados al crimen organizado o se hacen los tontos.
La primera persona extraditada a la nación del norte fue Carlos Arnoldo Lobo, alias “El Negro Lobo”, capturado en marzo de 2014. En diciembre del mismo año el juez Darrin Gayles, en Miami, Florida, lo condenó a 20 años de cárcel tras declararse culpable del delito de narcotráfico. A sus 60 años de edad quedará libre y bajo restricciones judiciales.
Ristra
Es uno de los 10 hondureños presos en Estados Unidos por trasiego de drogas. El arresto más reciente fue el de Juan Carlos Arbizú (7 de febrero de 2016), quien el jueves fue entregado a las autoridades estadounidenses. Informes oficiales indican que están pendientes de ejecutarse 17 órdenes de captura.
Lo que muchos no quieren entender es que el gobierno norteamericano se llevará cualquier bandolero. Si cayeron poderosos banqueros, el expresidente Rafael Leonardo Callejas por lavar dinero del fútbol mundial, y Fabio Lobo (coincidencia su apellido con El Negro Lobo) hijo del exgobernante Porfirio Lobo, los gatos (as) también se irán. Alístense.
Ciertos pretenden callar que Fabio Lobo, primogénito del honorable Porfirio Lobo Sosa, negoció reducción de pena a cambio de quemar a sus amigos en Honduras, algunos de ellos en política hablando de decencia. Dos forman parte del gobierno actual, pero vienen gozando de las mieles desde el 2010. Ya tendrán noticias sus amigos para acompañarlo por Nueva York. Tranquilos.
Tras su confesión, los “gringos”, con agentes encubiertos, andan tras la pista de cuatro “catrachos”. Un flaco, un medio pelón, uno chele y el otro que cuando le conviene pone cara de manso. Es dueño de un cementerio ¿Saben quién es? Es aquél que mandó a matar a padre e hijo. Puros pleitos de tiburones, como dijo el patrón del mal, parte dos. Reales crímenes continentales.
Pagos
En la Fiscalía testigos han relatado que antes de que varios personajes fueran extraditados, al menos diez de sus lavanderos fueron asesinados. En Tocoa, Colón, ultimaron un exdiputado, en San Pedro Sula se “volaron” a cuatro “empresarios” y un capo mandó a quitar del camino al amante de su esposa. ¡Santísimo, qué muchachos! Periodistas que hoy son unos loros contra la corrupción callaron sus maldades. Un comunicador sabe con qué propósito cayó el famoso jet Let 412, en Toncontín, siendo presidente el laureado Manuel Zelaya Rosales. ¿Recuerdan o es invento? El mimado de las cámaras recién compró un servil condominio cerca de Casa Presidencial por la suma de 3.6 millones de lempiras.
En la Corte Suprema de Justicia tienen 17 órdenes de extradición que deben fallar sus magistrados, pero existe un grave problema. Ni la Policía ni el Ejército dan con su paradero. El secretario de Seguridad, Julián Pacheco Tinoco, en un desaguisado declaró que seis de ellos huyeron porque pusieron ciegos en los puntos. ¿Y los otros 11?
Perdido
¡Vaya! Qué fiasco. El señor Pacheco Tinoco deja en descrédito al gobierno de Juan Orlando Hernández Alvarado en su compromiso de capturar a hondureños ligados al narcotráfico para mandarlos donde Barack Obama. Extraño que sigan cayendo mandaderos y los amos son intocables. ¿Qué le pasa don Julián?
Su última presa fue el señor Arbizú. De no haber atrasos, será entregado en próximos días, pero quedan pendientes los grandes. De acuerdo a serias pesquisas, un tiburón estaría adornando papeles (al estilo de Yani y Callejas) para rendirse ante Estados Unidos. Narcotráfico y lavado de dinero pesan sobre sus uñas.
Los magistrados no pueden fallar ninguna extradición hasta que Pacheco Tinoco y compañía no arreste los pedidos. Si la “fuga” del comisionado Ramón Sabillón, quien detuvo a los hermanos Valle, es un “irrespeto a la autoridad”, más traición es que autoridades, políticos y reporteros se besen con temibles bandidos