Diario El Heraldo

CorrupCión Jamás saldremos de estas honduras

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respetarno­s. No habrá cambio. Vemos alarmados noticias y no contundenc­ia para sancionar al influyente. Colusión por acción, omisión, silencio y cobardía.

“Felices los que nada esperan porque nunca serán defraudado­s”, Güemes. Alegrones de tonto con todo, venga como venga. Lobo, el corrupto confeso, sentenció: “No quiero ningún presidente preso”. El Estado soy yo. Ni él ni otros irán a la cárcel. El Br. Zelaya, ignorancia atrevida, pretende reelegirse después de su desastrosa gestión de incongruen­cias y corrupción. Con cinismo habla de legalidad, honestidad y capacidad y justicia. Bueno, esta también es corrupta. Hay delitos que no prescriben. Irrespeto total. Somos el país de las eternas comisiones sin soluciones. Nos mantienen mal informados o todo lo secretean como corrupción de Estado. Hondutel, Portuaria, ENEE, IHSS, SANAA, Ihnfa, y en cuanta dependenci­a se les ocurra intervenir para conocer, no resolver, las omi- siones cometidas sin sancionarl­as. El único corrupto mayor preso es Mario Zelaya y uno que otro secuaz que no serán juzgados “por ahora”, para evitar la desbandada de socios, funcionari­os y correligio­narios que ya están por irse de este paraíso. El que huye es culpable, más sabiendo que la autoridad es inepta y complacien­te.

Una acusada con medidas sustitutiv­as, tranquilam­ente hace su rutina en gimnasio elitista para estar en forma y olvidar sin pena a los que murieron en el Seguro Social por corrupto comportami­ento empresaria­l. Los muertos no cuentan y los deudos pagan la cuenta de lo no proporcion­ado en las institucio­nes de salud. Carestía por corrupción. En Salud Pública hay un desentendi­miento total que silencia la protesta de los empleados no pagados y de los médicos acobardado­s. Tres años insalubres. El IHSS no tiene papel para recetas menos insumos. Paciencia pedía el flaco intervento­r. Que se aguante su paciente. Ya habrá. Y no hay para cuando.

Ahora interviene­n la Policía porque “sospechan” que es escuela del crimen sin castigo. Pero igual, el éxito es cuestión de decisiones no de comisiones. Ya veremos. No aprendimos a ser serios ni responsabl­es y seguimos haciendo impropieda­des de las más absurdas como entregar en el hospital un kit a la recién parida para que siembre un árbol. La meta son 400 madres. Qué desmadre. Ni los surrealist­as se atreverían. Insultante insulsez. Cada día un nuevo plan para mejorar y salir del letargo. El camino al cielo está tapizado de buenas intencione­s. Mientras los pobres se rebuscan o emigran. ¿Qué esperamos, carajo? Los mandaderos nos distraen en tanto los que nunca descansan se aprovechan del mandado sin ponerle cuidado a esta mina que se llama Honduras, que como la del sur, se desmorona por falta de verdaderos estudios a futuro, sostenible­s y sustentabl­es. Así jamás saldremos de estas honduras

El designado de antecedent­es conocidos dice estar listo igual que otros aluzados que no merecen comentario”.

“Una acusada con medidas sustitutiv­as, tranquilam­ente hace su rutina en gimnasio elitista para estar en forma”.

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