Espacio Con una exposición de Miguel ángel Ruiz Matute y Adonay Navarro se realizó la reapertura en Tegucigalpa de la Galería Nacional de Arte
l día cero llegó. Con una estela de meses de trabajo, ardua dedicación y un cúmulo de emociones, autoridades de la Galería Nacional de Arte (GNA) realizaron la reapertura de la nueva sede de la institución en Tegucigalpa.
Más de 250 personas se presentaron en el evento donde la gente pudo admirar una colección de obras de Miguel ángel Ruiz Matute y una instalación de Adonay Navarro que se desprende de su proyecto S.O.S.
Ante los ojos de los presentes volvió a resurgir una institución que, como dijo el crítico de arte Carlos Lanza, iba herida de muerte en 2013 que cerró su espacio en el antiguo Paraninfo Universitario en la Plaza La Merced, y que ahora regresa en un espacio “revestido de una grandeza extraordinaria”.
Ahora, compartiendo instalaciones con el Correo Nacional de Honduras, la GNA se ha agenciado tres salas del edificio para volver a iniciar con nuevas esperanzas e iniciativas, con el fin de seguir apoyando el desarrollo del arte en Honduras.
El ámbito artístico y cultural celebra la reapertura, en un país donde se necesitan espacios para que los hondureños puedan tener más experiencias y acercamientos con las expresiones artísticas nacionales e internacionales.
Tres salas, tres generaciones
Ese es el nombre que la GNA le ha dado a las tres salas que la representan en Tegucigalpa. En este espacio el público tuvo el placer de disfrutar obras insignes de Ruiz Matute de diferentes colecciones como “Lázaro a la luz”, “El contemplado”, pinturas como “Morazán y Valle” y algunos de los retratos de grandes figuras del arte y la literatura nacional como Arturo López Rodezno, óscar Acosta y Rafael Heliodoro Valle.
De gran impacto en la concurrencia fue la instalación de Adonay Navarro, la tercera sala fue otorgada al artista para que desarrollara esta obra con la que hace una llamado a la ciudadanía por el maltrato a la naturaleza. Una propuesta que traslada al espectador a otra dimensión por medio de una paisaje monocromo y surrealista. ¿Será al final nuestro paisaje en blanco negro? ¿Le robaremos todo su color a la naturaleza? La obra de Adonay es generadora de crítica e interrogantes.
SOS surgió hace algún tiempo, y el escultor y pintor ya ha presentado otras obras bajo esta serie, pero es su intención llevarla más allá, esta muestra en la GNA es parte del proceso para luego sacarla a la calle. Esta instalación logra el cometido que se ha propuesto el artista: que su obra sea perdurable a nivel conceptual; a nivel técnico es efímera, el material deja de ser, pero su discurso estará ahí en la memoria de quienes se confrontaron con ella.
A Navarro le satisface haber formado parte de esta primera muestra de Tres salas, tres generaciones, “realmente esto es como recibir un premio, para mí estar aquí es más que recibir una placa o una medalla, porque es un premio al trabajo que se me haya tomado en cuenta como el representante de esta genera-
Además de exposiciones la Galería Nacional tendrá un taller de escultura y cerámica y un programa de formación de público dirigido a niños.