Chapecó vivió su día más triste; la afición despidió a sus héroes
El diluvio bajo el que amaneció Chapecó ayer pareció el telón de fondo más apropiado para acompañar el día más triste en los 99 años de historia de la ciudad. Los cuerpos de los futbolistas del Chapecoense llegaron al aeropuerto Serafín Enoss Bertaso, de la localidad del estado de Santa Catarina, y fueron trasladados al Estadio Arena Condá, donde recibieron el último adiós de miles de personas.
Los aviones Hércules de la Fuerza Aérea brasileña llegaron desde Medellín. En el aeropuerto, los restos de 51 de las víctimas eran esperados por el presidente de Brasil, Michel Temer, quien participó de la ceremonia que acompañó el descenso de los féretros desde la aeronave. Los ataúdes de los integrantes del club fueron trasladados al Estadio Arena Condá, donde miles de hin- chas ya se encontraban desde temprano en las tribunas. “Venimos a despedir a nuestros jugadores, ellos merecen nuestro amor”, contó André Rhouglas, uno de los simpatizantes. “Los campeones regresaron”, cantó la multitud mientras ingresaban al estadio. También quisieron pasar a expresar su dolor Tite, el entrenador del seleccionado brasileño, y Marco Polo del Nero, el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol.
Lo pedían desde todas las latitudes y ahora parece que se hará realidad. Según declaró el vicepresidente Chapecoense, Ivan Tozzo, la Conmebol
declarará al equipo brasileño como campeón de la Copa Sudamericana y además le entregará dos millones de dólares en concepto de premios, como estaba previsto para quien ganara el torneo