Invitado La contrautopía
violencia, no habría ejércitos ni policías ni cárceles e invertiríamos todo en construir, además de salvar lo destruido. Solo la Segunda Guerra Mundial (SGM) mató a 60 millones. Imaginen estos soldados, policías, presos y muertos trabajando y creando riqueza.
Pero hay más. Sin policía, el mercado natural no sería reprimido por el Estado y se desarrollaría de manera exponencial produciendo bienes a un ritmo incalculable y viviríamos en un oasis de paz.
A ver. Es ley natural que toda acción produce una reacción inversa. Al agredir a un animal, en general, este reacciona violentamente. Los irracionales no pueden escapar a la cadena de violencia porque muchos necesitan comerse a otros para alimentarse. Por ello las especies desaparecerán, tarde o temprano, salvo que las salve el hombre, que puede escapar a este círculo vicioso al tener razón y poder encontrar alternativas, al comprender que la violencia destruye.
Ya Aristóteles describió que violencia es toda fuerza extrínseca que intenta desviar el desarrollo natural, destruir. A ver, es ley que la naturaleza se desarrolla desde su fuerza intrínseca, por lo cual cada cosa es lo que debe ser. Un niño crece y se hace el hombre que debe ser con sus fuerzas propias, intrínsecas; si lo estiramos desde fuera, para que crezca, lo destruiremos.
Y no hay excepciones, ni para defensa. Frente a una crisis solemos reaccionar primitivamente y el miedo -padre de la violencia- nos quita la paz necesaria para razonar y advertir que las eficientes son las defensas pacíficas. Por caso, disparamos un arma sin calcular el peligro. “Las armas aumentan riesgos muy difíciles de controlar”, según Peter Marshall, exjefe de la Policía de Nueva Zelanda, que patrulla desarmada.
Entonces, la utopía es creer que la violencia puede ser útil para defensa y orden cuando la ciencia ha demostrado que destruye. Por caso, la SGM terminaría con la tiranía (de Hitler), pero apuntaló otra peor (la de Stalin), que luego cayó pacíficamente mostrando que la paz es el “arma” eficiente.
Y es otra ley natural la interrelación de los humanos al punto que, en alguna medida, somos responsables de todo: de cada delito cuando, por ejemplo, apoyamos al Estado represor que crea esos delincuentes como cuando, al prohibir ciertas drogas, criminaliza a los involucrados y da lugar a los narcos.
Y no es utópico pensar que, sin violencia, el mundo progresaría de modo que ni imaginamos.
Pero sí es utópico pensar que todos comprenderán y dejarán de creer en la violencia, y que serán coherentes. Así, seguiremos violentando, en alguna medida, y se cumplirá otra ley natural: todo evoluciona por lento desarrollo y crecimiento, como la sabiduría y, por tanto, este mundo violento y pobre irá mejorando al ritmo de nuestra maduración
Luz Ernestina Mejía
Sin policía, el mercado natural no sería reprimido por el Estado y se desarrollaría de manera exponencial produciendo bienes a un ritmo incalculable”
ada vez que vemos noticieros está llorando una madre por el hijo víctima de criminales. Todos los días, sin excepción. Entonces, las emociones nos corren desde el pesar solidario hasta el enojo. Y las preguntas recurrentes: ¿Y el gobierno qué hace? ¿Y dónde está tanto dinero supuestamente gastado en el combate a la delincuencia? ¿Y la tasa de seguridad? ¿Hasta cuándo se detendrá tanto sufrimiento que ha podido evitarse?
A tanta familia le están diezmando a los proveedores del sustento familiar, las esperanzas del futuro. Las pretendidas reformas penales no son más que otra herramienta de la intensa demagogia de este gobierno. Irresponsable por demás, con tanto muerto inocente y violando la Constitución para reelegirse. Esas reformas penales no bajarían los índices de delincuencia. En ninguna parte del mundo, ni antes ni ahora, como nunca lo ha hecho en Honduras, el endurecimiento de las penas disuade la comisión de delitos. Ningún delincuente calcula la pena que le caería por el delito a cometer. Lo que sí retraería a los delincuentes de cometer sus fechorías es la eficacia del sistema. El dejar claro que se les va a descubrir, capturar, juzgar, condenar y que cumplirán la pena. La investigación debiera estar privilegiada en la dotación de presupuesto. El Ministerio Público, los juzgados penales. Y que su labor esté garantizada permanentemente. No a veces sí y a veces no. ¿Cómo es posible que en un caso difícil como el de Bertita Cáceres han sido tan eficientes y han encontrado a los autores, no así en uno sencillo como el del exfiscal Eguigure? Cuando interesa… Y conviene por aquello de los dineros foráneos. Nunca en la historia de nuestro país se ha gastado tanto en seguridad y nunca han crecido tanto las maras, la extorsión y el narcotráfico. No, gobernantes, ¡no mientan! ¡Trabajen con honradez! Sus actuaciones sí son constitutivas de delito. Y no salgan con que es sectarismo. O díganselo a la madre dolorosa de uno de los asesinados por su incompetencia
“Frente a una crisis solemos reaccionar primitivamente, y el miedo -padre de la violencianos quita la paz necesaria para razonar”