Sentimiento
CON “SUDARIOS Y CENTINELAS”, EL ARTISTA COMPLETA LA PROPUESTA DE “TRES SALAS, TRES GENERACIONES” EN LA GALERÍA NACIONAL DE ARTE
Vida y muerte, dolor y esperanza conviven en la obra de Santos Arzú Quioto “Sudarios y centinelas: danza del tiempo en el mar sin orillas”. Con esta exposición se concluye el primer proyecto de “Tres salas, tres generaciones” de la Galería Nacional de Arte (GNA), que desde finales de 2016 exhibe la instalación “S.O.S.” de Adonay Navarro y una colección de pinturas de diversas series de Miguel Ángel Ruiz Matute.
En esta muestra conformada por 19 obras -once centinelas y ocho sudarios-, el artista toma como punto de partida experiencias personales que ha vivido en el último año, profundizadas por un proceso de investigación que le da a la obra una mirada mucho más social. Las lecturas de su pintura abstracta no se reducen a un plano personal, su propuesta es amplia y cada quien, con base en sus propias experiencias de vida, puede darle sentido e interpretaciones diversas.
En ella la muerte es el punto de partida, pero no como algo oscuro e innombrable, sino como una experiencia inevitable, dolorosa, transformadora, donde también tiene cabida la esperanza, la memoria y el amor. El artista bien lo dijo: “Es un dardo lanzado al corazón y emoción, más que a la razón”.
La muestra está instalada en la primera sala de la GNA, a la derecha está una serie de pinturas de colores fuertes, una nebulosa violenta e intensa, como ese dolor que rompe el corazón al perder a un ser amado, nada está claro, ni el pasado ni el futuro, solo un presente de pérdida que arrasa con cualquier razonamiento. Las pinturas son observadas por una columna de centinelas que conforman la otra parte de la muestra y