“Para mí es un honor y una emoción ser parte de los bomberos”

Son los héroes sin capa de una de las noches más tristes de Tegucigalpa. Los bomberos que arriesgaron su vida por apagar el fuego que consumió cientos de hectáreas de bosque, gozan de la gratitud nacional. Uno de ellos es Francisco Amador, un joven que con 19 años se ha ganado el respeto de todos cuanto lo conocen.

Desde hace cinco años es parte del Cuerpo de Bomberos y ayer recibió un regalo que le recordó por qué decidió ser apa- gafuegos.

“Gracias por el trabajo que hacen por nosotros y la ciudad. ¡Sigan así! Apreciamos su ayuda”, decía una nota de una niña agradecida por su labor durante el incendio forestal del miércoles y quien llegó a la estación para agradecerles.

“Para mí fue bien emocio- nante ver esa nota, creo que esa es la mejor gratificación que queda, ver esa niña que venía con su mami, eso nos hace sentir bien”.

Amador trabaja en un asilo de ancianos en Tegucigalpa. Se llama Ceder y ahí cuida a decenas de abuelitos, con la entrega que le heredó su padre.

“Tengo cinco años de pertenecer a los bomberos y para mí es un honor... Estuve desde las seis de la tarde del viernes hasta las ocho de la noche de ayer (jueves), pero es un honor y es una emoción pertenecer a los bomberos”, dijo.

El joven bombero estudia, en honor a su padre, la carrera de Odontología en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

Como él, decenas de bomberos merecen la admiración y la gratitud de todo un país

"Tengo cinco años de estar en el cuerpo de bomberos, me siento orgulloso de ser parte".