Trump busca la revancha ante fallidos decretos antiinmigración
El desafío del departamento de Justicia será persuadir a los jueces de que las restricciones para el ingreso al país son por la seguridad nacional, afirmación que se debilita sin la evidencia de la amenaza yihadista en EE UU
Tras haber cosechado en febrero y marzo duras derrotas judiciales por su decreto migratorio, cuyas dos versiones fueron bloqueadas por los tribunales, Donald Trump apostó ayer a lograr su revancha en el juicio de apelación. Según el complejo sistema jurisdiccional estadounidense, es en Richmond, capital de Virginia, donde se analizaba este caso que opone al gobierno y a asociaciones civiles para las cuales el decreto trata de manera discriminatoria a los musulmanes. El desafío del Jeffrey Wall, un abogado del departamento de Justicia que representa a la administración, será persuadir a los jueces de que las restricciones al ingreso al país son parte de las potestades del presidente.
Wall y su equipo también deberán demostrar que la norma es “vital” para la seguridad nacional --una afirmación que se debilita con el paso del tiempo sin que exista ninguna evidencia de amenaza yihadista en el país.
De la vista gorda
Debido a la importancia y sensibilidad del caso, el cuarto circuito de la corte federal de Apelaciones sesionará directamente en formación plenaria, con el conjunto de sus jueces activos, algo nunca visto en un cuarto de siglo.
Los altos magistrados suman 15, pero dos se han recusado por iniciativa propia por potenciales conflictos de intereses, incluido el juez conservador J. Harvie Wilkinson, suegro del Wall. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y el Centro Nacional de Derecho sobre Inmigración han dicho que Trump desea que los tribunales “se hagan la vista gorda a la evidencia inequívoca, amplia y pública” de que la norma está prejuiciada. “La gran incógnita en este caso es si el tribunal se fijará en la enorme cantidad de evidencia que hay sobre el motivo inapropiado de esta prohibición, o si será barrida debajo de la alfombra”, declaró Omar Jadwat, director de Derechos de la ACLU