Excuadro chavista analiza postularse a la presidencia
Oposición: “Eso no es una Constituyente, es una farsa, una estafa, un truco para perpetuarse en el poder”
Un militar que fue jefe de los servicios de espionaje bajo el gobierno de Hugo Chávez está ganando presencia en la política Venezuela, donde la oposición desconfía de él y el oficialismo lo desprecia mien- tras recorre el país sopesando la posibilidad de una candidatura presidencial. Miguel Rodríguez Torres, a quien en estos momentos se le dan escasas posibilidades, se ofrece como una tercera opción capaz de hacer frente a la violencia y los problemas económicos que enfrenta el país. Detestado por los opositores al presidente Maduro por haber encabezado la represión de protestas antigubernamentales en 2014, Rodríguez Torres genera asimismo pocas simpatías entre el oficialismo por fuertes críticas a los programas socialista del gobierno.
Sigue la represión
La armada reprimió las protestas contra la Constituyente en Caracas.
Al menos 50 civiles fueron encarcelados por orden de tribunales militares venezo- lanos, que los acusan de presuntos delitos cometidos durante protestas contra Maduro, denunció una ONG. Para este lunes estaba prevista la comparecencia de otros 40 civiles, denunciando que la medida es “ilegal”, pues ningún civil puede ser juzgado por militares. Asimismo, el dirigente opositor indígena Liborio Guarulla fue inhabilitado políticamente por la Contraloría General para participar en eventos electorales por 15 años a raíz de un proceso administrativo que le abrieron por presuntas irregularidades en su cargo como gobernador del estado sureño de Amazonas.
Advierten a Maduro
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, advirtió ayer que sería “una tragedia” que las “fuerzas más radicales” se impongan en Venezuela y la arrastren hacia una guerra civil, al insistir en una salida “política” a la crisis. Mientras que el mandatario de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que la Constituyente “no es la salida adecuada”. El gobierno calificó como una “estocada por la espalda” el rechazo del presidente Santos a la Constituyente, mientras en las calles de Caracas militares repelían las marchas con gases lacrimógenos y chorros de agua