Danlí despide al pintor Luis Ernesto Zepeda
El maestro del impresionismo fue despedido por amigos y familiares en su casa de habitación ubicada en el barrio Oriental. Sus restos descansan en el cementerio general de Danlí
Uno de los hijos predilectos de la ciudad de Danlí fue el pintor impresionista Luis Ernesto Zepeda, quien falleció ayer a causa de problemas cardíacos.
Zepeda era considerado como uno de los mejores artistas de la ciudad de las colinas, donde tenía su taller. Es por ello que sus familiares y amigos respetaron su última voluntad de ser velado en la tierra que lo vio nacer en 1943.
Las exequias se realizaron ayer desde las 3:00 de la tarde en su casa de habitación ubicada en el barrio Oriental, donde se realizó una celebración de la palabra para rogar por el eterno descanso de su alma.
Posteriormente fue sepultado en el cementerio general de Danlí, pues su última voluntad es que su sepelio se realizara el mismo día de su muerte.
Hayde de Valle, docente y amiga del pintor, lo describió como un hombre sensible, invaluable y versátil.
“En todo el mundo hay pinturas de él, sobre todo en Europa y Estados Unidos. En Danlí muy poco se conoció de él, pero en el mundo hay muchas de sus obras dispersas. Incluso apareció en la película ‘Los mellizos’ de Arnold Schwarzenegger”, destacó la docente.
Legado
El artista a lo largo de sus 74 años de vida plasmó más de 200 rostros, sus cuadros eran caracterizados por no ser retratos tradicionales, sino difuminados en medio de colores vibrantes.
Zepeda aseguraba que esta técnica la utilizaba porque sus obras no eran fotográficas, sino que reflejaban los colores del alma de las personas que retrataba.
El arte de Zepeda era catalogado por muchos expertos como un milagro, ya que desde los años 80 fue diagnosticado con ceguera completa.
Sin embargo, eso no detuvo su ingenio artístico pues, como él afirmaba, no se necesitan los ojos para pintar cuando se tiene el alma.
“Yo no pinto con los ojos, lo hago con el corazón, cada una de mis obras tiene plasmados mis sentimientos y el carácter de mi modelo, ya que esas son las cualidades que yo rescato de cada uno de los retratos que he elaborado”, manifestó durante una entrevista que brindó en vida a este rotativo.
Sus pinturas fueron valoradas más a nivel internacional que nacional pues su renombre se extendió en el extranjero con premios como el primer lugar del Premio Grants en Nuevo México, segundo lugar en Sedona Centro de Artes, mención honorífica en La Junta, Colorado y el Premio de Artistas Carrizo, Nuevo México.
Durante sus últimos años de vida apartó un poco de su tiempo para brindar clases de pintura a presidiarios del centro penal de Danlí