Cuesta arriba
Honduras ya ha gestionado de manera oficial la petición a Estados Unidos para ampliar el Estatus de Protección Temporal (TPS) para unos 59 mil hondureños. Hay que recordar los antecedentes que hacen temer que esta vez la respuesta no será la que anhelan los migrantes catrachos que, dicho sea de paso, aportan más de mil millones de dólares en impuestos anuales a esa nación.
La política antimigratoria que adoptaría el nuevo gobierno de Donald Trump fue la punta de lanza de la campaña y se ha venido materializando sistemáticamente. La renovación del TPS por apenas seis meses para unos 58 mil haitianos es un fuerte indicativo de lo que vendrá. Por lo tanto, no deberíamos esperar una decisión a nuestro favor, aun sabiendo la relación que ha habido entre el secretario de Seguridad Nacional, John Kelly, y Honduras cuando ocupó la jefatura del Comando Sur.
Fue Kelly quien dijo en una reciente reunión con senadores que ya es tiempo de ir quitando ese beneficio, que como su nombre lo indica es temporal. Podemos buscar argumentos, que el narcotráfico, que la corrupción, etcétera, para justificar que en casi dos décadas el país haya sido incapaz de crear las condiciones para recibir a los migrantes que se fueron tras la hecatombe que significó el huracán Mitch.
Es por ello que debemos ser realistas y el Estado debe empezar a configurar una estrategia para recibir con el menor impacto posible a quienes ya de por sí deben superar el traumático desarraigo de un país en el que han vivido por muchos años y en el que han formado su familia.
Sin embargo, los amparados en el TPS sabían que era un tiempo prestado, en el que se constituyeron en una fuerza positiva, haciendo los trabajos que muchos estadounidenses no harían, pagando impuestos y ganándose la vida honradamente, pero que tarde o temprano finalizaría.
Sin querer pecar de pesimistas, todo hace prever que el plazo perentorio está por confirmarse.
Corresponde al gobierno hacer que el retorno de miles de compatriotas no suponga una crisis, sino más bien una oportunidad en la que todos salgamos beneficiados