Guatemala: cesan visitas en hospital por la violencia
Surge tras que miembros de Mara Salvatrucha perpetraron el mortal ataque en el hospital Roosevelt Ola de criminalidad
Autoridades de uno de los principales hospitales de la capital de Guatemala suspendieron ayer la consulta externa y visitas a pacientes por temor a la violencia criminal, tras un ataque armado en otro centro médico que dejó siete muertos.
“Derivado del momento coyuntural actual (de violencia), el Hospital General San Juan de Dios se declara en alerta amarilla a partir de la presente fecha y hasta nuevo aviso”, señaló un comunicado de la institución.
Las medidas de seguridad
son en resguardo de los pacientes, médicos, personal y población en general, indicó el texto. El pasado 16 de agosto, pandilleros de la Mara Salvatrucha perpetraron un mortal ataque armado en el Hospital Roosevelt de la capital para liberar a un líder detenido, en una acción que dejó siete muertos, incluidos dos guardias penitenciarios. Cinco presuntos responsables del ataque, incluido un menor de 16 años, fueron detenidos por la Policía cuando pretendían huir en un vehículo.
Ataques entre pandillas
Las consultas en ese hospital fueron restringidas y los dirigentes del centro pidieron también no llevar más reos a controles médicos. Entre las medidas adoptadas ayer en el San Juan de Dios figuran la suspensión de la consulta externa, excepto para los enfermos renales y oncológicos que requieran atención inmediata. Al resto de pacientes de los diferentes servicios les serán reprogramadas sus consultas, agregó el texto. Guatemala vive una ola de criminalidad que deja cerca de 6,000 muertes por año, casi la mitad de las cuales están ligadas a las actividades del narcotráfico y a las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, dedicadas principalmente a la extorsión de comercios y transportistas.
Pandillas matan a policías
La pandillas también asedian a El Salvador en donde el fiscal general, Douglas Meléndez, llamó ayer a que se tomen medidas “concretas” para proteger a los policías de las pandillas, ante el asesinato este año de más de una veintena de agentes mientras estaban de licencia. “No es posible que hasta hoy no se tomen medidas fuertes”