Asociarse a maras, nuevo mal para Centroamérica
Con cerca de 16,000 homicidios en 2016, el Triángulo Norte se mantiene como una de las regiones sin guerra más violentas del mundo
La detención de más de 1,000 pandilleros y la incautación de inmuebles en Guatemala, El Salvador y Honduras, dejó al descubierto una nueva estrategia de estas bandas, que se asocian a pequeños empresarios que antes extorsionaban para lavar el dinero de ilícitos. La Policía y la Fiscalía de los tres países que integran el Triángulo Norte de Centroamérica arremetieron esta semana contra cabecillas, miembros y colaboradores de la Mara Salvatrucha y Barrio 18, en la Operación Escudo, que en El Salvador dejó 428 detenidos, en Honduras 450 y en Guatemala 170. El golpe fue orientado a atacar sus finanzas, por eso en Honduras fueron incautados 35 bienes inmuebles, residencias, hoteles, En El Salvador, en el marco de otra operación se les incautó nueve inmuebles, 70 vehículos y 41 negocios, en su mayoría restaurantes populares y tiendas de comestibles. Lo descubierto “representa una nueva etapa en la relación que se da entre los extorsionistas, en este caso las pandillas y los extorsionados”, declaró el investigador universitario Carlos Carcach.
“Esta relación va evolucionando de una relación parasitaria a una relación simbiótica”, en virtud que los pequeños empresarios han descubierto que “la única manera de operar su negocio es si entran en un asocio de algún tipo con estas pandillas”, explicó Carcach. En la región hay una “economía paralela”, la cual “se nutre” del narcotráfico, las extorsiones, y donde “la frontera de la legalidad y la ilegalidad son muy tenues”