70,000 personas dejan sus hogares por María
El paso del huracán María dejó graves secuelas en las ciudades, en el noroeste de la isla los pobladores tuvieron que evacuar por el posible colapso de una represa dañada por la cantidad de agua acumulada
Después de ser golpeados por segunda vez -en menos de un mes- por un huracán, los habitantes de Puerto Rico nuevamente se ven obligados a evacuar sus hogares.
Más de 70 mil puertorriqueños recibieron órdenes de salir de una zona del noroeste de la isla por daños en una represa que puede colapsar, en el último capítulo de la saga de calamidades provocadas por el huracán María, que hasta ayer se desplazaba hacia el mar abierto.
El Servicio Nacional de Meteorología (NWS) emitió el viernes una advertencia por inundaciones para quienes residen en la zona del río Guajataca y afirmó que la represa corría el riesgo de colapsar por completo.
“Todas las áreas alrededor del río Guajataca deben desalojar ahora. Sus vidas corren peligro”, escribió el NWS, haciendo énfasis en que la crecida ya se estaba produciendo.
El gobernador Ricardo Rosselló ordenó desalojar a los más de 70 mil habitantes que viven en el área.
El jefe de Protección Civil, Héctor Pesquera, dijo que un desagüe que normalmente libera agua de la represa en forma controlada no estaba funcionando.
Imágenes de la prensa local mostraban cómo el agua bajaba a borbotones por la rampa de un conducto de la represa, arrancando pedazos de tierra de la verde pendiente que circunda la zona.
Ayer, el NWS extendió la alerta a los municipios de Quebradillas e Isabela, donde viven otras ocho mil personas.
Zona de desastre
Puerto Rico todavía batallaba con las peligrosas inundaciones provocadas por las lluvias del huracán María, que atravesó la isla el miércoles dejándola además sin energía eléctrica, sin agua potable e incomunicada.
El Departamento de Salud Pública informó que son seis los muertos confirmados y unas 700 que han sido rescatadas desde entonces.
El huracán María ha dejado en total 33 muertos a su paso por el Caribe: a los de Puerto Rico se suman dos víctimas en Guadalupe, 15 en Dominica y tres en Haití.
Pero es en Puerto Rico, un territorio autónomo estadounidense con 3.4 millones de habitantes, donde la situación es más grave.
El presidente estadounidense Donald Trump declaró “zona de gran desastre” a este territorio, lo cual libera fondos ilimitados de ayuda federal para una isla que desde mayo está en bancarrota.
“En ocasiones no nos han dado un trato equivalente a un ciudadano continental de Estados Unidos, así que este es el momento para que el gobierno federal demuestre que trata de igual forma a sus territorios”, dijo en San Juan Ramón Dávila, un abogado de 49 años.
La peor noche
La noche del jueves, el alcalde de Toa Baja, Bernardo Márquez, dijo a la prensa local que ocho personas murieron ahogadas a causa de la inundación provocada por la apertura de las compuertas de la represa del lago La Plata.
“Son muertes por efecto de la inundación. Ahogados”, afirmó Márquez.
Por el momento no estaba claro si estos fallecidos están incluidos en los 13 que informó el gobernador, puesto que los portavoces del gobierno tienen también dificultades para comunicarse.
Un video difundido en las redes sociales por una
residente de esta municipalidad -próxima a la capital San Juan- muestra el agua llegando al segundo piso de su casa. Al día siguiente las aguas habían bajado, pero las casas estaban llenas de lodo y los vecinos se habían puesto a limpiar.
“Todos vivimos la peor noche de nuestra vida, pero los boricuas tenemos una gran fuerza interior”, contó Iris Rivera, de 53 años, en San Juan. “Todo el mundo está ayudando a limpiar, a dirigir el tránsito, a apoyar al vecino”.
En tanto, Ocean Park, una zona turística de San Juan, estaba bajo agua. Residentes en los segundos niveles de sus casas contemplaban la inundación mientras otros, en botes y kayaks, verificaban que sus vecinos estuvieran bien.
El gobierno declaró toque de queda nocturno y extendió
hasta este día la ley seca.
El jefe de la Autoridad de Energía Eléctrica, Ricardo Ramos, dijo que puede tomar meses devolver la energía a la isla.
Paso por el Caribe
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, con sede en Miami, señaló que María se dirigía al Atlántico, hacia el oeste, alejándose de las Bahamas, donde se discontinuaron las advertencias de huracán: un alivio para este archipiélago que fue duramente azotado por Irma días atrás. Mientras tanto, en República Dominicana, el ciclón dejó sin energía a unas 140 mil personas y causó inundaciones.
Se ordenaron evacuaciones en 26 de las 32 provincias del país, más de 18 mil personas debieron dejar sus casas, un puente colapsó y casi 4,000 viviendas reportaron daños.
Tras su paso por las Antillas Menores, el huracán María dejó además una catástrofe en Dominica, una pequeña isla del Caribe donde se reportaron 15 fallecidos y una veintena de desaparecidos