Endeudamiento y competitividad
Insisto en que debemos tener una visión clara en la parte económica. Hay que reconocer que el mejoramiento de las cifras macroeconómicas ha llevado a que Honduras alcance una mayor confianza en los organismos de financiamiento internacional.
Pero esto no significa que hay que seguir endeudándonos, porque al final son préstamos que se tienen que pagar. Hay que asegurar que el dinero prestado debe ser invertido en desarrollar capacidades para que las próximas generaciones puedan cancelar esos empréstitos.
Es igual como cuando nos colocaron en la catego- ría de país pobre altamente endeudado (Hipc), eran otros los que habían adquirido esas deudas para generar algunas capacidades, cubrir otras necesidades y tener una economía sana, pero para esto siempre hay que cuidar las finan- zas públicas y los gastos deben ser medidos de acuerdo con los ingresos.
Y al hablar de ingresos es necesario que todos paguemos los tributos para honrar las cuentas, porque no es posible que solo un sector de la economía sea el sacrificado, mientras otros viven eternamente dispensados de sus obligaciones.
En materia financiera es necesario hablar con sinceridad. Si por un lado alabamos que podemos endeudarnos más, por otro debemos tener claro cómo vamos a pagar.
Por ejemplo, la reciente evaluación de Moody’s Investors Service mejoró las calificaciones de Honduras al pasar de B2 a B1, por la buena administración de las finanzas y la estabilidad macroeconómica, sin embargo, en el Índice Global de Competitividad Honduras experimentó
“No solo nos acomodemos a la calificación que nos dan para endeudarnos”.
una caída de ocho puntos.
Lejos de ocultar esta última evaluación debemos de tomarla como indicador para fortalecer el clima de inversión y volverlo cada vez más competitivo con una estabilidad política, con poderes independientes, que las empresas tengan las reglas claras y vengan con la seguridad de que no se las van a cambiar en el camino.
No solo nos acomodemos a la calificación que nos dan para endeudarnos más, veamos el otro extremo, si contamos con la capacidad para cumplir con las obligaciones sin recurrir a la imposición de más impuestos, que es lo más fácil que algunas autoridades encuentran