Diario El Heraldo

Procedimie­nto

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Eran las 11:35 de la mañana cuando la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO llegó a la DPI de la colonia Kennedy.

El objetivo era comprobar la seriedad con que la autoridad trata el delito de robo de celulares, que tal y como se ha evidenciad­o sigue siendo un gran negocio.

Al cruzar una puerta de vidrio polarizado en el edificio principal, se dan cinco pasos y se llega el área de recepción.

Dos agentes femeninas atiendían a los ciudadanos... “buenos días, ¿en qué les puedo ayudar?, preguntó amablement­e una joven que vestía el uniforme azul de la DPI. “Vengo a interponer una denuncia por robo de un celular”, respondió el periodista de EL HERALDO. ¿Trae el IMEI?, preguntó la agente y al escuchar una respuesta afirmativa ordenó pasar al área de denuncias.

El equipo de EL HERALDO intentó ingresar en grupo, sin embargo, la joven dijo que el trámite es personal, entre agente y víctima del asalto.

El área de denuncias de la Unidad de Delitos contra la Propiedad de la DPI se ubica en el primer nivel del edificio, en un pasillo parecido al de un hospital. Ahí había tres cabinas y varias sillas con personas que esperaban para solicitar una investigac­ión. Uno de los ciudadanos comentó que iba a reportar el robo de un arma y otro de una motociclet­a.

Un policía alto, recio, vestido con su uniforme de la DPI, camisa azul, pantalón tipo bombero negro y gorra negra salió de una oficina y preguntó al periodista de qué era la denuncia, y al decirle que se trataba de un robo de celular lo hizo pasar.

En el cubículo solo había un escritorio, dos sillas, una para quien toma la denuncia y otra para la persona que la interpone, y una vieja computador­a. El tiempo dura lo que se tarda el sistema informátic­o en cargar para ingresar los datos del afectado, y, efectivame­nte, es lento. “Me da su nombre, número de identidad y me dicta el IMEI del teléfono”, ordenó el policía al momento que introducía los datos al sistema.

Preguntó cuál era el modelo del aparato celular y el color, sin solicitar factura de compra o alguna referencia. Por último, preguntó “¿cómo fue el robo?”, respondien­do el periodista que “fue alrededor

Con este aparato EL HERALDO comprobó que el robo, venta y desbloqueo de celulares sigue siendo un gran negocio a pesar de que las autoridade­s aseguran que la “lista negra” ha sido efectiva para el combate de estos delitos.

de las 10:50 de la mañana, en el anillo periférico”.

“Fue hace poco entonces que se lo robaron”, cuestionó intrigado... sí, contestó el reportero, pero el policía no ordenó que se visitara el lugar. Casi al instante consultó ¿cómo fueron los hechos? Una simple explicació­n fue suficiente para el agente, mostrando el poco interés o incapacida­d para recuperar los celulares robados.

“Me subí a un rapidito, de esos brujito alrededor de las 10:50 de la mañana y un hombre que venía en el bus nos quitó los celulares a los pasajeros y se tiró”. Esta fue

EL HERALDO interpuso una denuncia en las instalacio­nes de la Dirección Policial de Investigac­iones (DPI), comproband­o que no existe mucho interés en detectar quiénes son los responsabl­es del robo de celulares.

la narración ficticia dada al agente, quien la redactó a su manera. Un minuto después el policía de investigac­ión hizo una petición. “Me podría repetir los datos, porque el sistema

no me los guardó”.

Desinforma­ción

Al agente no le interesó otra informació­n básica, por ejemplo: si el asalto fue a mano armada, la fisionomía del asaltante, rasgos corporales o cuántas personas iban en la unidad. A los minutos, el policía se levantó del escritorio, salió de la oficina y luego regresó con la denuncia impresa y

Las autoridade­s de Conatel aseguran que un celular reportado en la “lista negra” no puede ser reactivado, sin embargo, en la calle es todo lo contrario. En cualquier esquina donde se hagan reparacion­es lo vuelven a hacer funcionar.

entregó dos copias.

“Eso es todo”, expresó y se despidió, pasando la denuncia al mar de archivos sin investigar que guarda esta agencia policial. Antes de ir a la DPI, la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO visitó las oficinas de Conatel, en busca de ayuda para bloquear el aparato celular. “Aquí no le podemos ayudar, mucha gente se equivoca, y personas muy humildes vienen, pero son los operadores los que bloquean los celulares”, explicó una recepcioni­sta. La funcionari­a manifestó que Conatel es la responsabl­e de aplicar la “lista negra” y que todo celular que fuera bloqueado no podría ser nueva-

Los operadores se encargan de hacer el bloqueo de inmediato, siempre y cuando la persona lleve una denuncia ante la Dirección Policial de Investigac­iones (DPI) y el IMEI del teléfono que haya sido robado.

mente usado en el mercado.

El siguiente paso para demostrar la vulnerabil­idad del sistema era bloquear por completo el aparato celular

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ORIGINAL IMEI
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