LEWANGOLSKI ON FIRE...
El gol y Robert se llevan tan bien que firmaron un pacto para siempre. Se sobrepuso a la muerte de su padre y revivió de sus lesiones de chico para estacionarse en la élite. Rusia es la prueba de fuego para todos los polacos
En la casa del pequeño Robert sobran las señales que marcarán el destino del chico que alguna vez posó con la camiseta que usó Alemania en Italia 90: su padre, Krzysztof, es jugador del Partyzant de Leszno, y su madre, Iwona, es jugadora de volibol. No hay duda, el nieto de la hermana menor de Adolfo Hitler (Pawla Hitler) será un deportista de éxito.
Pero para llegar a liderar a la selección polaca de fútbol que competirá en el Mundial de Rusia (es el máximo goleador de la Polska con 51 pepas), el pequeño Robert quemó todas las etapas posibles; desde aquella en la que su madre le compraba un postre por cada gol anotado en las categorías inferiores del modesto Partyzant de Leszno, pasando por una serie de lesiones que desinflaron el interés del poderoso Legia de Varsovia en sus piernas hasta que el humilde Znicz Pruszkow decide aventurarse con el pequeño Robert. Y no falló...
En el verano de 2006 el pequeño Robert dejó de ser pequeño y se enfiló en la ruta de la gloria. De su mano y gracias a sus goles el Znicz Pruszkow asciende a Segunda y luego a Primera. Lech Poznan pone 350 mil euros en la mesa y se lleva a Lewy, quien hace malabares en su mente para sobrellevar la infortunada muerte de su gran héroe, su padre, que no pudo contra la batalla del cáncer.
“Mi esposo vivía con su hermana mayor en Bielany cuando falleció. A Robert le conté después de regresar de la escuela y fue muy valiente”, recuerda Iwona, la madre del goleador que tras dos temporadas en Poznan comenzó a hacer bulla en media Europa, hasta que Dortmund se adelantó y lo fichó por 4.5 millones de euros.
Cuando debutó frente a
Leverkusen (2010), su mente se llenó de recuerdos: las nubes de polvo mientras jugaba en Varsovia siendo un chico de nueve años; los juegos en el sofá de la casa con papá Krzysztof y hermana Milena; los tres meses que estuvo sin jugar por culpa de un accidente manejando bicicleta. Todo iba sucediendo hasta que de pronto se hace con su primera Bundesliga, que no llegó sin críticas por sus goles errados (hizo nueve y le apodaron el “falla gol”).
En adelante el pequeño Robert ya no era más Robert Lewandowski... era el famoso Robert “Lewangolski”