de villano a héroe...
El Tigre Como delantero de la selección argentina anotó el gol que le impidió a Perú clasificarse a México 1986, Mundial que finalmente no jugó. Ahora les pagó a los Incas esa desgracia con una histórica clasificación. Quiere rugir en Rusia
Como Perú, Ricardo Gareca también tuvo que esperar más de tres décadas para sentirse parte de una justa mundialista de fútbol.
El Tigre es el entrenador que logró clasificar a la Franja a Rusia tras 36 años de ausencias; el mismo que como jugador de la selección argentina anotó el gol que permitió un agónico pase en aquel inolvidable y sufrido empate en el Monumental frente a Perú rumbo al 86.
Pero, a despecho de aquella anotación, Gareca no llegó a la cita de México en la que brillaría Diego Maradona porque Carlos Bilardo (DT en ese momento) eligió otros nombres. Como futbolista fue un delantero oportuno y certero en Boca Júniors, Sarmiento, River Plate, América
de Cali, Vélez Sarsfield e Independiente, donde se retiró tras 16 años de carrera.
Comenzó poco después su andadura como entrenador con un estilo equilibrado y mesurado. Llevó a Talleres de Córdoba a la gloria internacional como ganador de la Copa Conmebol (1999).
Empezó a hacerse reconocido en Perú hace nueve años, cuando condujo al Universitario a la conquista del Torneo Apertura, pero luego regresó a Argentina para conseguir cinco títulos al frente del Fortinero de Vélez, otro club en el que es ídolo.
Tras una larga etapa en Liniers emigró a Brasil. No le fue bien en Palmeiras, donde apenas duró 15 partidos. Pero en marzo de 2015 le llegó la oportunidad de conducir a una selección: Perú confió en él. Los primeros pasos invitaron al optimismo, con un celebrado tercer puesto en la Copa América de Chile. Sin embargo, en la eliminatoria el equipo no terminaba de convencer. Perdió tres de los primeros cuatro partidos.
Como todo Tigre mostró determinación, metió mano en el plantel, prescindió de varios históricos, buscó jóvenes poco conocidos para rearmar la nómina, con ganas y hambre de historia, y ellos le cambiaron la cara a Perú.
Así, con paciencia, empezó a enderezar el timón a fines de 2016, logrando cla- sificar en el repechaje ante la escuadra de Nueva Zelanda.
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