Inglaterra 2-0 Suecia El juego aéreo y Pickford dieron a los ingleses su primera semi en 28 años
Los cabezazos de Harry Maguire y Dele Alli sentenciaron el partido disputado en el Arena Samara
Fiel a su estilo, Inglaterra se alió de las alturas para romper el maleficio y meterse a su primera semifinal de una Copa del Mundo en los últimos 28 años.
Harry Maguire y Dele Alli se llenaron del espíritu de aquella Inglaterra de Italia 90 (que llegó a semifinales y cayó en penales ante Alemania) para el 2-0 ante Suecia y avisaron que van muy en serio por esa resistida Copa.
“Aún no hemos escrito el último capítulo”, advirtió el entrenador inglés Gareth Southgate tras la merecida victoria ante los nórdicos.
La fórmula inglesa fue sencilla: balón aéreo y un portero que responde en momentos determinantes del partido.
Llegada la media hora, Ashley Young vio desde el vértice de tiro de esquina al más alto de los ingleses y Maguire, con sus 1.93 metros, fue demasiado ante un Emil Forsberg que ni siquiera vio cómo el central inglés picó de cabeza el 1-0 al 30.
Si Harry Kane, el goleador del Mundial, no aparecía en las redes, el otro Harry sí aparecía en la atmósfera de Samara para poner a festejar a la Selección de La Rosa.
Pickford tuvo tres tapadones
Inglaterra iba de cabezazo en cabezazo, porque el segundo zarpazo llegó por la misma vía. Jesse Lingard la levantó desde el pico del aérea y Alli hizo acto de presencia en el segundo poste para cabecear el 2-0 (al 59) y así enterrar las ilusiones suecas.
La selección inglesa sacaba visa a las semifinales gracias a la pelota por los aires y a su gran cancerbero Jordan Pickford.
El joven de 24 años que clasificó a Inglaterra en la tanda de penales ante Colombia en los octavos de final, se apuntó tres paradones ayer: le quitó un remate frontal a Viktor Claesson y le sacó un cabezazo y un zurdazo a Marcus Berg.
“He demostrado que soy capaz de hacer esas paradas en el partido. Ha sido una buena actuación”, dijo tras el final el guardameta, que fue elegido el mejor jugador del partido.
Pickford disimuló el fallo en el mano a mano de Raheem Sterling y la expedición comandada por Southgate celebró una deseada clasificación a semis. Los campeones de 1966 siguen en pie, caminan en forma sigilosa y apuntan al cetro.
“Hablamos con nuestros jugadores de que nuestra meta era quedarnos una semana más aquí en Rusia; ahora nos quedan dos partidos y depende de ellos el nivel que estos tengan”, cerró Southgate desde los banquillos