Incierto el destino de 700 menores migrantes en EE UU
Migración Denuncian maltrato y hasta violaciones entre los mismos recluidos en los centros
Porque sus padres tienen cuentas con la justicia de los Estados Unidos o porque han sido deportados de aquel país, al menos unos 700 niños se encuentran con un destino incierto tras vencerse el plazo de reunificación familiar para migrantes que ordenó el gobierno federal.
Hijos en su mayoría de personas de Honduras, Guatemala y El Salvador, los menores incluso están denunciando ante organizaciones que luchan por sus derechos que están sufriendo abusos y hasta violaciones en los centros de refugio. El gobierno informó que 711 niños permanecen separados, porque han sido calificados de inelegibles, pero la mayoría de estos, por lo menos unos 431, fue porque el gobierno deportó a sus padres y no los encuentra. El gobierno insiste que en muchos casos los padres optaron por la deportación sin sus hijos, pero varios de ellos y sus abogados han denunciado que fueron presionados o engañados por las autoridades.
Cuando el juez Sabraw de California giró su orden, hace un mes, el gobierno no podía identificar y ubicar de inmediato a los familiares, porque no habían creado una base de datos sobre cada familia que habían separado, informó ayer el Washington Post en un amplio reportaje sobre lo que llama tal vez la mayor debacle del gobierno de Trump. Los más de 2,600 niños separados fueron enviados a centros y albergues alrededor del país administrados bajo contrato con el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), mientras sus padres fueron enviados a centro de detención administrados por el De- partamento de Seguridad Interna (DHS).
Los menores, al ser separados, fueron categorizados como menores de edad no acompañados, y se sumaron así a los más de 10,000 menores que habían ingresado al país sin padres. Para buscar a los que fueron separados a la fuerza, autoridades se vieron obligados a buscar sus datos a mano.
Denuncian violación
Una niña de seis años, originaria de Guatemala e identificada como D. L y que se encontraba en Casa Glendale, un centro de detención de migrantes en Phoenix, Arizona, fue víctima de abuso sexual por parte de un niño mayor que ella, según informó el diario local The Nation. Estados Unidos al mando de Donald Trump implantó la ley “tolencia cero”, con la que buscaba frenar la migración