Nación libre
Aquel 15 de septiembre de 1821 marcó el nacimiento como nación libre, soberana e independiente, porque Honduras dejó de ser una colonia más de España, una simple provincia adherida al Virreinato de Guatemala, para surgir como un país capaz de conducirse por los senderos de la libertad. En nuestro país son muy pocos los acontecimientos trascendentales de nuestra historia dignos de conmemorar. De ahí la importancia de celebrar la independencia de Honduras de la supuesta madre patria España.
Las actividades festivas que año con año realizan muchos colegios en septiembre, cuando se recuerda la independencia, nos hacen sentir catrachos orgullosos y es muy bueno adueñarse de los valores cívicos y construir una cultura de patriotismo. Algunos países como México y Estados Unidos se consideran grandes naciones debido al alto grado de patriotismo de sus hombres y mujeres. Los mexicanos tienen una frase muy bonita: México para los mexicanos, y que nosotros no podemos emular eso, y decir entonces: Honduras para los hondureños. Los catrachos debemos sentirnos muy orgullosos por vivir en esta bella tierra. Hay que enfatizar en jornadas patrióticas siempre, pero hagámoslo pronto. Hay que estar prestos a defender la soberanía nacional.
No hay que ver la Constitución como símbolo de que no vale nada, sino hay que reformarla. También hay que hacerlo, hay que amar cordialmente a la Patria: recordemos que la patria es la reunión de muchas familias, y así como ordinariamente sostenemos a la familia por amor propio, cuando no media un interés contrario. Debemos sostenerla y, sobre todo, tenemos que desear la grandeza de nuestro país.
Walter Rodezno LICENCIADO EN PERIODISMO