Los puertos de EUA padecerán la guerra comercial con China
En el sur del país ya se reporta una caída de 350,000 toneladas en las recepciones de acero
La guerra comercial entre China y Estados Unidos está tomando la apariencia de una batalla naval, según funcionarios portuarios del país norteamericano, que temen las consecuencias de una caída del intercambio inducida por la subida de los aranceles. “Las tarifas totales impuestas y las medidas de represalia internacionales afectan al 10% del total del comercio que pasa por los puertos estadounidenses”, unos 160,000 millones de dólares, estima Kurt Nagle, jefe de la Asociación Estadounidense de Autoridades Portuarias (AAPA). El líder de este grupo, que defiende a la casi totalidad del centenar de puertos estadounidenses, describe la situación como “preocupante” teniendo en cuenta las fuentes de ingresos de estos puertos. Los ingresos monetarios de estas instalaciones repartidas entre las costas del Pacífico y el Atlántico, pasando por el Golfo de México y la región de los Grandes Lagos, son alimentadas por dos canales: el arrendamiento de terminales a compañías privadas y la aplicación de impuestos sobre contenedores en tránsito. Pero con una Casa Blanca cuya política comercial consiste en gran medida en imponer sus puntos de vista a golpes de aranceles a las importaciones, la disminución de los volúmenes comercializados pesa fuertemente sobre las finanzas de los puertos. En el sur del país, el puerto de Nueva Orleans (Luisiana) ya ha sufrido una caída de 350,000 toneladas en las recepciones de acero, el producto estrella de la terminal, en los primeros seis meses del año en comparación con el mismo período de 2017. “Esto representa una pérdida de entre 3 y 5 millones de dólares. Para nosotros es un monto enorme”, dijo el vicepresidente del puerto, Robert Landry. El acero provenía sobre todo de Turquía, China y Corea del Sur. Los dos primeros deben pagar tasas de 25% por el producto. También las descargas de aluminio, otro producto afectado por las medidas estadounidenses, cayeron 10%, mientras las exportaciones avícolas se están haciendo cada vez más raras a raíz de las represalias impuestas por China