Maluma: quiero seguir siendo un soñador
El exponente del género urbano habla en esta entrevista sobre quienes lo acusan de machista, del porqué no desea vivir mucho y de cómo se convirtió en la salvación de su familia en Colombia
Juan Luis Londoño Arias (Maluma) a sus 24 años es ídolo del género urbano y ganador de varios premios internacionales, que sigue sumando éxitos con su segunda gira promocional del nuevo disco “F.A.M.E”. El nombre de su más reciente material discográfico responde a la combinación de palabras: fe, alma, música y esencia, que para él describen todo lo que significa este álbum, proyecto en el que trabajó por más de un año. “La gente puede pensar que el nombre del disco significa fama, pero es lo contrario: son las iniciales de fe, alma, música y esencia. Quiero seguir siendo el joven soñador que comenzó en esto con 16 años y quiero tener siempre los valores muy claros del porqué empecé mi carrera”. El cantante colombiano habló sobre las personas que lo consideran machista, sobre si se arrepiente de no haber ido a la universidad y el porqué no quiere vivir mucho.
¿Es usted el rey de la música latina?
No. Ni quisiera serlo. Trabajo en coherencia con el amor que tengo por el arte.
Usted dice que no es machista, ¿puede que lo sea sin saberlo?
Mire, la verdad, no. Yo estoy montado en un papel, que podría ser llamado latin lover. Pero tras las bambalinas soy lo contrario. Tengo una relación sentimental que dura más de un año.
¿Se arrepiente de su papel en el tema “Cuatro babys”?
No. Jamás. ¿Cómo me voy a arrepentir? Durante un concierto en Puerto Rico ese fue el más exitoso. Allí me di cuenta de que la canción no solo había
crecido muchísimo en mi país, sino a nivel internacional. No me arrepiento para nada.
¿Se arrepiente de no haber ido a la universidad?
No. La calle me ha enseñado mucho.
¿Usted cree que es un buen ejemplo para los niños, a pesar de todas las críticas que recibe?
Sí. Los sueños se hacen realidad. Es un mensaje que yo puedo mostrar.
¿Cómo era la casa de sus padres donde se crio?
No había muchos lujos, pero tampoco pobreza. Siempre viví en un estrato social de comodidades. Cuando tenía
13 años, la compañía de la que mi papá era presidente quebró. Y empezamos de cero. Dejé el fútbol a un lado para meterme en la música como una salida para mi familia. Cuando pasó aquello no pudimos pagar el colegio donde yo iba y mi padre se puso a colaborar con la escuela para financiar a cambio mis estudios hasta que acabé el bachillerato.
¿Cuánto tiempo quiere vivir?
No mucho. Lo suficiente para hacer realidad todos mis sueños. En el momento en que comience a estar enfermo y me tenga que cohibir de muchas situaciones es cuando quiero decir: “¿Sabes qué? Hasta aquí llegué”.
¿Cuánto miedo le dan la vejez y la decadencia?
La soledad me da más miedo que la vejez. Muchas veces me siento solo aunque hable con varias personas que están alrededor. Por eso cultivo mi espiritualidad. De la misma forma que voy al gimnasio todos los días, trabajo para tener una paz mental.
¿Hasta cuándo cree que va a durar su éxito?
Hasta cuando yo quiera.
Si mañana se acabara todo esto que le rodea, ¿qué haría?
Me iría a Tailandia. Meditaría mucho. Cuidaría de mi templo, de mi cuerpo. Trabajaría en lo que fuera, llegado el caso. Pero lo dejaría todo para volverme una persona muy espiritual