Migrantes dejan Huixtla y retoman camino a EE UU
Pese a las advertencias del gobierno norteamericano y los llamados de México a declinar el viaje, los migrantes siguieron ayer rumbo a la frontera
El sol inclemente de la mañana los baña en sudor, algunos cojean por las heridas sufridas de tanto andar; otros empujan destartaladas carriolas en las que viajan los más pequeños y no faltan algunos en silla de ruedas: todos siguen juntos en una sola caravana.
Decenas de migrantes hondureños que cruzan México reanudaron ayer su marcha rumbo a un sueño en Estados Unidos.
Con sus escasas pertenencias a cuestas y numerosa presencia de mujeres, algunas de ellas adolescentes, llevando a sus hijos cargados o de la mano, partieron antes del amanecer desde la zona de Huixtla, en el estado de Chiapas, donde acamparon el martes para recuperarse.
Los migrantes se declaran decididos a alcanzar la frontera pese a las advertencias del presidente estadounidense Donald Trump de que serán rechazados, argumentando que entre ellos van confundidos potenciales “criminales” y “desconocidos” procedentes de Oriente Medio. El mandatario norteamericano ha reconocido no tener pruebas de la afirmación.
“¡Ánimo, hermanos!”, les gritaban sobre la carretera pobladores de Acacoyagua, que se erige al lado de la Sierra Madre Occidental. “¡México, México!,” gritaron en respuesta los migrantes en agradecimiento por el agua y los alimentos que los pobladores les brindaban.
Acacoyagua está a unos 100 kilómetros de Ciudad Hidalgo, fronteriza con Guatemala, por donde el viernes ingresaron a México en una auténtica estampida.
Para alcanzar la frontera con Estados Unidos les restan unos 3,000 kilómetros, según la ruta que decidan tomar.
México había advertido que solo ingresarían desde Guatemala quienes contaran con documentos legales, pero la mayoría entró cruzando clandestinamente el río Suchiate, línea divisoria entre los dos países.
La policía mexicana por momentos recorre la carretera con los migrantes, pero sin impedir su paso. Hasta el lunes, se contabilizaban 1,699 solicitudes de refugio en México, particularmente menores de edad con sus madres y mujeres, según el gobierno mexicano.
Estos migrantes permanecen en un recinto ferial de Tapachula, Chiapas, donde son atendidos por las autoridades.
Hay estimaciones de que nuevos grupos que salieron de Honduras y otros extranjeros se podrían unir a la caravana la cual crece en grandes proporciones.
Por otra parte, el agotamiento de cinco días de caminata en el extremo sur de México, después de siete días en Honduras y Guatemala, estaba comenzando a mostrar sus efectos: las autoridades mexicanas informaron que unos 500 migrantes aceptaron una oferta para regresar a sus países en autobús. Muchos estaban enfermos o agotados, especialmente los niños.
La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) informó que anoche arribaron al país vía área desde México un grupo de 130 connacionales que decidieron regresar al país debido a su delicada situación de salud en la caravana. Si bien los niños representan solo del cinco al diez por ciento de los migrantes, son claramente la fuerza detrás de la motivación de la marcha.
Aunque el gobierno de México ha desanimado al grupo y han dado lugar a las amenazas lanzadas por el presidente estadounidense Donald Trump de recortar los fondos que reciben los países centroamericanos, los migrantes han recibido una gran cantidad de ayuda de la población local a medida que pasa la caravana.
Continúan las amenazas
“¡Un asalto a nuestro país!”: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó la caravana de miles de migrantes centroamericanos que se dirige hacia Estados Unidos para agitar a sus bases, dos semanas antes de las elecciones en las que su mayoría en el Congreso corre peligro. El tema migratorio ha sido protagonista en el discurso político del republicano desde que era candidato. Y luego de un
verano polémico con la política de separación de familias, el asunto vuelve a la palestra.
Y a medida que los electores se preparan para votar el 6 de noviembre, Trump aprovecha para sacar el tema una y otra vez buscando movilizar a los republicanos y evitar que los demócratas tomen, como pronostican las encuestas, por lo menos el control de la Cámara de Representantes.
“El Partido Demócrata está animando a millones de extranjeros ilegales a romper nuestras leyes y violar nues- tras fronteras y abrumar a nuestra nación”, dijo Trump el lunes en Texas, acusando sin pruebas a sus opositores de estar detrás de esta movilización de unas 7,000 personas.
El vicepresidente, Mike Pence, que ha seguido la línea de Trump, dijo que el gobierno de Honduras le informó que la caravana fue organizada por grupos izquierdistas financiados por Venezuela