“Encontré un desastre, todo estaba lleno de lodo”
El huracán Mitch las separó pero su amistad no terminó. María García y Otilia Mejía son amigas desde hace décadas, quienes sufrieron con el caos que causó el fenómeno natural que fue devastador en Honduras. En 1998, eran vecinas en el barrio La Hoya de Comayagüela, el río Chiquito se salió de su cauce e inundó las calles y las casas de la comunidad.
Actualmente, solo cuatro personas sobrevivientes al Mitch aún residen en el barrio. “Aquí la entrada a las casas quedó bloqueada por piedras, lodo, palos, la calle era un barranco”, comentó Otilia, de 76 años de edad. Ella relató que perdió todo lo que tenía en su casa, “solo me quedé con la ropa que andaba puesta”, recordó.
La señora dijo que cuando la rescataron sacó a su perrita Princesa, no la dejó abandonada. Ella contó que un policía la estaba sacando rápido y le decía: “Ahí deje a esa perra, que se ahogue”. Entonces Otilia le contestó: “‘Me ahogo junto con la perra’, y la llevé cargando”.
Posteriormente, tuvo que regalar a su mascota pero siempre la recuerda con cariño. La señora se desmayó y no se dio cuenta de lo que sucedió, le pusieron oxígeno para que pudiera respirar.
Ellas fueron albergadas en Las Brisas pero luego lo abandonaron y se fueron al municipio de Santa Ana, Francisco Morazán. Otilia regresó a su vivienda para reconstruirla. Mientras que María García se fue a vivir a la colonia Quezada. “Encontré un solo desastre, no podía entrar, todo lleno de lodo”, comentó Otilia. María relató que ella vio cuando los presos se lanzaban al río cerca de la Penitenciaría.