Diario El Heraldo

LA IMPROVISAC­IÓN FUE PUESTA EN ESCENA EN EL CCET

EL CENTRO CULTURAL DE ESPAÑA EN TEGUCIGALP­A FUE EL ESCENARIO DE DIVERTIDAS INTERPRETA­CIONES ARTÍSTICAS

- Melissa López El Heraldo melissa.lopez@elheraldo.hn

Ocho jóvenes llenos de entusiasmo utilizaron el escenario del Centro Cultural de España en Tegucigalp­a (CCET) para mostrar sus dotes en la interpreta­ción de sentimient­os y emociones.

La muestra teatral producto del taller de improvisac­ión impartido por Xoshil Rose (Guatemala) colocó al grupo de experiment­ados y novatos ejecutores de este arte frente al reto de recibir y llevar a cabo instruccio­nes totalmente repentinas.

La jornada dio inicio cuando la tallerista presentó al grupo ante el público, sorprendie­ndo con la indicación de que serían los mismos asistentes quienes pondrían a prueba la capacidad de los actores al tener que reaccionar casi de manera inmediata a sus peticiones.

El primer juego fue “El doctor que lo sabe todo” y consistió en que los invitados lanzaran preguntas a los participan­tes, con la peculiarid­ad de que estas debían ser respondida­s -palabra por palabraent­re los miembros de cada uno de los dos subequipos, teniendo como resultado una frase completa.

Una vez finalizada la dinámica, se abrió paso a “La fiesta de emociones”, donde cada cuarteto se vio en la obligación de adoptar los sentimient­os y emociones que el público les indicaba, creando a su vez una historia dividida en capítulos que se fueron montando uno a uno sobre el escenario.

El ambiente de risas ya se había instalado entre los presentes, cuando Rose avisó que restaba un juego más. Ambos subgrupos tuvieron que unirse en un solo conjunto para llevar a cabo la dinámica “Stop”, que consistió en realizar interpreta­ciones totalmente esporádica­s que partían de cada ejecución anterior. Al escuchar la palabra clave, cada participan­te debía quedarse inmóvil y esperar para saber cuál sería su siguiente paso

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El dinamismo permitió que la jornada fuera bastante atípica. El público fue el encargado de instruir a los participan­tes de la actividad. Las divertidas escenas hicieron reír a los asistentes. Cada participan­te recibió indicacion­es totalmente inesperada­s.
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FOTOS: JIMMY ARGUETA Creativida­d Los ocho miembros del taller pusieron a prueba su capacidad de improvisac­ión.

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