Errores al usar una rotonda
El no usar intermitentes a tiempo o acelerar cuando no es debido son algunos de los descuidos que los conductores pueden cometer al momento de usarlas
En las ciudades grandes, el tumulto de coches, motos, autobuses y bicicletas dificulta la conducción. Atascos para pasar un semáforo, frenazos y alguna que otra pitada entre el que lleva el volante y algún transeúnte despistado componen el mapa urbano al que día a día se enfrentan los ciudadanos. Para intentar agilizar la circulación, las ciudades están salpicadas de rotondas que permiten desviar el flujo de coches en otras direcciones. ‘
Sin embargo, y aunque en los exámenes de conducir se pone a prueba a los nóveles, la experiencia al volante lleva a cometer una serie de errores en las glorietas que pueden provocar accidentes.
Entre ellos saber que la prioridad no es de la derecha. Aunque la norma general prioriza el tráfico que llega por la derecha, en el caso de las rotondas lo hace el vehículo que ya está dentro de ella, por delante de los que van a acceder a la glorieta. Por eso es importante esperar a que el coche pase por delante de la entrada en la que nos encontramos, pues un mal cálculo de velocidad podría cortar su trayectoria y ocasionar un incidente.
Las prisas no son buenas, y mucho menos al volante. Sin embargo, hay algunos conductores que, para coger antes la rotonda, hacen maniobras de adelantamiento a pocos metros de la entrada. Así es muy fácil que el primer coche que espera en la glorieta no lo vea llegar y acaben colisionando al intentar los dos entrar al mismo tiempo.
Otro error común es obviar el uso de los intermitentes. Para señalizar la salida que se va a coger, hay que encender el intermitente derecho con antelación y, aunque no es obligatorio mantener el izquierdo activado mientras se gira en la glorieta, puede ayudar a los otros coches a entender la trayectoria que se va a seguir