Detrás de Huawei se cierne el miedo de EE UU al espionaje
El arresto de alta ejecutiva de la firma incrementa las tensiones entre China y Estados Unidos
El arresto de una alta ejecutiva del gigante tecnológico chino Huawei a pedido de Estados Unidos muestra un endurecimiento de Washington ante sus sospechas de espionaje de Pekín.
Meng Wanzhou, jefa financiera de Huawei, fue detenida esta semana en Canadá y enfrenta un pedido de extradición de Estados Unidos por la acusación de que la firma violó sanciones impuestas a Irán. Meng es hija del fundador de la empresa, Ren Zhengfei, otrora ingeniero del ejército de China. La embajada china en Canadá emitió una enérgica protesta en la que aseguró que Meng no “transgredió ninguna ley de Canadá o Estados Unidos”.
La detención se encamina a elevar las tensiones entre las mayores potencias económicas del mundo. Las relaciones estaban ya bajo presión debido a acusaciones de Washington a Pekín por comercio desleal, robo de secretos comerciales y ciberespionaje.
“Esto es una provocación de Estados Unidos a China”, dijo David Fidler, especialista en ciberespionaje del Council on Foreign Relations.
Aunque los cargos se relacionan a las sanciones a Irán, “los chinos los van a ver en el más amplio marco de la relación comercial”, agregó.
El aumento de las fricciones comerciales perjudicará a ambas partes, según Fidler. China probablemente tornará más difícil a las tecnológicas de Estados Unidos acceder a su mercado. “Los chinos creen que tienen menos que perder aferrándose a sus armas y mirando fijamente a Estados Unidos”, dijo. “No tienen un plan B. Y no estoy seguro que Estados Unidos tenga un plan B si la relación sigue deteriorándose”, añadió. Una reciente ley federal ya prohíbe al ejército y al gobierno utilizar aparatos de Huawei y de la firma china ZTE por razones de seguridad. Además, organismos estadounidenses están implementando normas que impedirán a Huawei desarrollar redes de quinta generación (5G) en Estados Unidos. Huawei niega todo vínculo con el gobierno chino, pero en Washington muchos son escépticos