Irresponsables
Esa es la palabra más sensata para calificar a aquellas personas que por más que las autoridades y los medios de comunicación gasten saliva en las campañas de prevención y no utilización de productos manufacturados con pólvora que hacen por estas épocas, no les hacen caso. Definitivamente, las peores escenas que se pueden ver por estas fechas son los menores de edad quemados cuando van ingresando a los hospitales, pero esas imágenes, que a veces son hasta grotescas, no sensibilizan a los ciudadanos que siguen comprando esos productos. Más vale que la venta de pólvora estaba prohibida en Tegucigalpa. Parece que esa prohibición nadie la acató. La capital tronaba en sus cuatro costados. Pero esa es la actitud de una ciudadanía acostumbrada a violentar las leyes que se les cruzan por el camino, y lo más triste es que después andan enojados y exigiendo que los políticos sí las cumplan.
¿Vieron los morteros tumbacasas o los matasuegras? Son verdaderas armas mortales.
Y aunque aquí en este país nadie cumple con las leyes, sería bueno que las autoridades legislaran para regular el uso de pólvora en esos artefactos que ahora venden para estas fechas. Son medidas que se deben tomar aunque se molesten las familias que viven de esa industria. Yo no estoy en contra de ellos, pero esos productos no pueden salir a las calles sin el control de las autoridades. Se deben tomar acciones urgentes. Los niños, quienes no tienen conciencia de las consecuencias del uso de esos productos, no son culpables. Hay que protegerlos.