“Si haces algo debes hacerlo a lo grande”
Su increíble interpretación del vicepresidente Dick Cheney en la cinta Vice le valió su segundo Globo de Oro la noche del pasado domingo. El actor cuenta cómo fue el proceso de entender al verdadero Cheney para meterse en su piel
Vi cientos de videos de Dick Cheney y escuché miles de entrevistas para cumplir con las exigencias”.
Para Christian Bale meterse en la piel del vicepresidente estadounidense Dick Cheney en la película Vice fue un reto de fracasos y satisfacciones que disfrutó a lo grande. Tal fue su interpretación que el pasado domingo se llevó el Globo de Oro por ese papel del que habla en esta entrevista, en la que cuenta cómo asumió este rol complejo de interpretar a un hombre tan poderoso.
¿Por qué decidió interpretar este personaje?
Por la locura que significa que yo interprete a Dick Cheney. Además, aunque todo el mundo sabe su papel como secretario de Defensa, como maestro en la sombra, me despertó curiosidad conocer los detalles. Me pareció un tipo fascinante, una figura consecuente con la situación que vivimos hoy. Al mismo tiempo, me permitió fracasar, y eso te da una fuerza interior alucinante. Poder fracasar estrepitosamente me motiva porque si haces algo debes hacerlo a lo grande y si fracasas, fracasas de una forma masiva. Eso me encanta.
¿Qué le sorprendió de Cheney?
Que por mucho que me obsesionara con el personaje, era imposible entender realmente ese nivel de poder. Dick Cheney se levanta cada día dirigiendo el mundo y esa carga y responsabilidad son inmensas. Su capacidad para manejar ese poder... yo no podría, huiría. Aprendí a aceptarle; no es ni un santo ni un villano, es un tipo con las ideas muy claras que sigue su propio instinto. No es James Mason ni lleva una esvástica en la frente. Su poder surge de su carisma, de entender las debilidades ajenas. No he querido enfrentarme al personaje como si fuera un villano, hubiera sido demasiado predecible. Ya hay un grupo de liberales en Hollywood atacándome porque dicen que solo me entrevisté con personas que le conocían. Además, yo no le veo como un demonio.
Cheney tiene dos rostros: el hombre dedicado a su familia y el político ambicioso que no se detiene ante nada. Es un hombre con muchas caras y yo lo tuve que condensar en dos horas. Es un papel maravilloso, pero no tuvimos tiempo para desarrollarlo todo. El director tenía muy claro lo que quería incluir en la película. Con él es maravilloso colaborar, porque te da respuestas, incluso en esos momentos en los que el personaje de Cheney era tan hermético que no sabía qué camino tomar.
¿Puede explicar el cambio físico al que se sometió para interpretarle?
Vi cientos de videos de Dick Cheney y escuché miles de entrevistas. Soy un actor muy lento en la preparación y pasé mucho tiempo estudiando a Cheney hasta dar con su lenguaje corporal.
¿No le molesta subir y bajar tanto de peso por un papel?
Sí, claro que me molesta. Es importan- te, mentalmente, entender la fisicidad del personaje. Desde luego, quería agrandar mi cuello, porque en las entrevistas que he visto su cuello desaparece y sus orejas están prácticamente en los hombros. Siempre digo que no voy a volver a ganar peso para un personaje, pero siempre repito.
¿Qué fue determinante para entender que había conseguido acertar con la interpretación del personaje?
Adam es quien cuenta la historia, es el director, es su punto de vista. No sería muy interesante que yo diera mi opinión del personaje. No sería justo. Cheney es un hombre de fuerte personalidad, que nunca ha expresado ningún remordimiento por nada de lo que ha hecho y que ha afirmado que volvería a hacerlo. Adam y yo hicimos un pacto para que yo estuviera del lado de Cheney, para que me metiera en su piel hasta entender los motivos por los que hizo lo que hizo. Tuve la oportunidad de defender a Cheney, porque así teníamos una historia interesante que contar.
¿Ha tenido la oportunidad de conocer a alguien relacionado con Cheney?
Sí. Todos los que fueron al colegio con él se quedaron sorprendidos de que se convirtiera en vicepresidente. Sin embargo, nadie se sorprendió del éxito de su mujer, Lynn. Ella es la ambiciosa de la pareja. Dick se convirtió en devoto seguidor de los sueños de ella.
¿Cómo entiende la política de Dick Cheney?
Es muy impaciente, quiere mover las cosas rápidamente. Su obsesión por tomar decisiones en secreto le convirtió en un glaciar de la democracia. Creo que fue Churchill quien dijo que el mejor argumento para no defender la democracia es hablar cinco minutos con un ciudadano normal. Por eso Cheney opera en las sombras.
¿Es capaz de verse como actor y separar la imagen de Cheney de su personalidad cuando ve el resultado en la pantalla? Tengo que ver, al menos, dos veces la película para que eso ocurra, pero también porque la primera vez descubro las escenas que el director ha cortado o las que ha cambiado de lugar en la sala de edición. La primera vez es de sorpresa, la segunda puedo identificar más la interpretación