El valor de procrastinar
El “no trabajo” puede ser eficaz en algunos casos, en otros es puro presentismo laboral
Estar y parecer ocupado en el trabajo se ha convertido en un signo de estatus, algo así como una nueva capacidad profesional de la que muchos presumen. Hay quien se refugia en una aparente actividad y se empeña en tareas improductivas, pero algunas tareas calificadas de “no trabajo” pueden considerarse eficaces y proporcionan un beneficio evidente en términos de desarrollo, satisfacción laboral o motivación.
En ese “no trabajo” eficaz se puede incluir la creación de redes, insertar nuevas ideas que provienen del exterior de la compañía, conseguir que las propias ideas se conozcan o dedicar tiempo a hacer balance del día