Sequías y plagas amenazan el agro
Las autoridades advierten sobre los efectos del cambio climático en Honduras. Han informado que el fenómeno El Niño retrasará la llegada de las lluvias y en consecuencia se veran directamente afectadas las actividades agrícolas y ganaderas, lo que generará mayor escasez de los productos de consumo básico y más hambruna. Los productores advierten que la sequía traerá otros males que afectarán los vulnerables cultivos, como la plaga del pulgón amarillo que ya afecta sembradíos de sorgo en El Paraíso, y la virosis que ataca cultivos de frijol y maíz, dos productos básicos en la dieta de los hondureños. Como se ve, los pronósticos no son favorables, por lo que se espera que las autoridades tengan activados los planes de emergencia para atender los problemas que sin duda traerá la falta de agua y de alimentos a las poblaciones que dependen exclusivamente de los cultivos de granos básicos para su propio sustento. Es primordial abrir canales de comunicación con estas poblaciones y atender inmediatamente los llamados de alerta que hacen, principalmente ante la presencia de plagas, para que ejecuten programas de atención a los problemas antes de que las mismas se propaguen y destruyan los cultivos, como ya está sucediendo en el valle de Jamastrán. Pero también es hora de que se adopten planes de acción al mediano y largo plazo, ya que si bien es cierto que son muchos los anuncios de parte del gobierno para atender la crisis que se avecina, también lo es que esos procesos no son sostenidos en el tiempo, por lo que se debe actuar con celeridad. Y no tienen nada que inventar. Basta con que desempolven y ejecuten las recomendaciones contenidas en los estudios y las estrategias que para atender este tipo de emergencias escriben año con año los consultores de los organismos nacionales e internacionales especializados en gestión de riesgo en tiempos de sequía. Y no olvidar, como lo planteó hace algunos años un representante de la FAO para América Latina, que “La adaptación a la sequía y a otros eventos climáticos extremos es fundamental para el desarrollo de una agricultura sustentable, sobre todo pensando en los impactos que estos fenómenos tienen sobre los pequeños productores y en la necesidad de enfrentar el cambio climático”