Política cultural de la UNAH 2017-2022
Así se intitula el documento recién presentado por la alma máter que esboza las líneas generales de uno de sus quehaceres fundamentales: la creación, difusión y vinculación del hecho cultural con la comunidad local y nacional, con visión de mediano plazo, que planifica y coordina este quehacer humanístico.
Cada generación universitaria ha contribuido con diversos aportes a la generación de conocimientos científicos y humanísticos que han posibilitado la imagen colectiva de ser la conciencia de la nación hondureña, además de la formadora de los cuadros profesionales que la sociedad ha requerido a lo largo del tiempo.
Su fundador, el sacerdote José Trinidad Reyes, desempeñó un relevante papel cultural, contando con el respaldo del gobernante Juan Lindo de diversas maneras: estableciendo la biblioteca universitaria, adquiriendo su propia imprenta en la que se imprimieron textos como “Lecciones de física”, de Reyes, “Cartilla forense” de Pío Ariza, una biografía de José Simón de Celaya, por Yanuario Girón; a la vez que escribiendo y poniendo en escena las Pastorelas, importando el primer piano en la capital, entre otros avances culturales.
Los siguientes rectores buscaron dar continuidad a esa obra pionera de Reyes, contando con el respaldo de los ministros de Instrucción Pública, institución que supervisaba la universidad.
Ramón Rosa reorientó la filosofía educativa en sus distintos niveles al implantar el positivismo y reorganizar la universidad en facultades, actualizando contenidos programáticos y métodos de enseñanza.
A inicios del siglo XX, Rómulo E. Durón dirigió la Revista de la Universidad, que en sus paginas recogía el pensamiento nacional y extranjero en literatura, historia y sociología. Dicha publicación fue precedida por La Academia (1888), órgano divulgativo de la Academia Científico-literaria de la Universidad.
Razones políticas reprimieron el debate y la libertad de cátedra durante la dictadura cariísta (19331949); empero, a partir de la década de los novecientos sesentas renace el quehacer cultural: cineclub fundado por Francisco Salvador; Coro Universitario, Voces Universitarias bajo el auspicio del Departamento de Extensión, dirigido por Leticia de Oyuela y Juval Valerio.
Se empieza a proyectar más allá de sus muros, organizando foros, debates sobre temáticas puntuales, fundando la Editorial Universitaria, e investigando y fortaleciendo su recurso humano mediante becas al exterior.
Hoy, la UNAH cuenta con orquesta sinfónica, cuadros de danzas, cinemateca, enseñanza digital, fototeca, creando el Centro de Arte y Cultura en Comayagüela y su órgano divulgativo Arte & Cultura, entre otros logros significativos que permiten consolidar el vínculo universidad-sociedad.
Su Dirección de Cultura, a cargo de Mario Hernán Mejía, actúa como punto focal de esta eclosión que da cuenta de las diversas actividades culturales y artísticas de la UNAH actual, en la Ciudad Universitaria y centros regionales
Cada generación universitaria ha contribuido con diversos aportes a la generación de conocimientos científicos y humanísticos que han posibilitado la imagen colectiva de ser la conciencia de la nación hondureña”.