Más de un millón galones de agua empleados para extinguir incendios
Consecuencias Se estima que se han utilizado 400 mil galones de agua que se han obtenido de los hidrantes. Elevado consumo alarma a las autoridades debido a que afecta el suministro de agua potable
La mano criminal no solo está acabando con los bosques capitalinos, también con el escaso almacenamiento de agua potable en la capital.
Según detallaron las autoridades del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados ( SANAA), entre la represa Los Laureles y la que se obtiene en los hidrantes, se han utilizado en promedio un millón de galones de agua para extinguir incendios.
La mayor cantidad del vital líquido ha sido empleada para sofocar voraces siniestros que acaban con la flora capitalina.
Un estimado de 600 mil galones de agua han sido trasladados a través de helicóptero desde la represa Los Laureles hasta zonas como La Montañita, El Hatillo y El Picacho.
Lo más preocupante es que al utilizar agua de los embalses los capitalinos se quedan con menor cantidad de agua para
tolerar el intenso verano.
El gerente de la División Metropolitana del SANAA, Carlos Hernández, explicó que el mayor daño de las quemas de los bosques se reflejará en el futuro, y no muy lejano.
“El daño se observará en el futuro, pues al perder el bosque se pierde la función de retención de agua que van a los afluentes”, advirtió.
El consumo del vital líquido que se almacena en los hidrantes activa las alarmas.
Y es que se estima que 400 mil galones de agua se han utilizado desde estos abastecedores.
El problema es que si el incendio coincide con el horario de suministro de agua, los abonados del barrio o colonia en que sucede el incendio se quedan sin recibir el servicio.
Además, el agua de los hidrantes ya se encuentra potabilizada, lo que representa un gasto para las autoridades.
Al año, el ente autónomo invierte un promedio de 80 millones de lempiras para potabilizar el agua de la ciudad