Europa llama la atención
La política económica durante los próximos cuatro años está condicionada, en primer lugar, por la formación de un Gobierno estable con un amplio apoyo, con el fin de ahuyentar los desequilibrios que aumentan la debilidad política. Una vez formado, ese Gobierno habrá de hacer frente a dos exigencias que, si bien no son contradictorias, pueden limitarse entre sí. Por una parte, tendrá que honrar el compromiso con Europa de reducir el déficit y la deuda pública de forma sostenida; por otra, deberá corregir los efectos sociales de unas políticas anticrisis que han elevado la precariedad salarial y laboral y reducido la protección social. Este programa solo es posible con un aumento de la recaudación fiscal. Y este es el mensaje que debe transmitir el próximo Ejecutivo para hacer que sus decisiones políticas sean entendidas por los ciudadanos.