Rescatan a siete expedicionarios que llevaban cinco días desaparecidos
Los jóvenes, que grababan un programa de televisión en la Sierra de Agalta, Olancho, fueron hallados deshidratados, con fiebre y con llagas en sus pies
Lo que sería una fascinante expedición casi acaba en tragedia. Siete jóvenes se adentraron en la profundidad de la Sierra de Agalta, en Catacamas, Olancho y desde el sábado anterior perdieron el camino de regreso.
Ayer, en medio de un fuerte operativo que incluyó movilización aérea, fueron rescatados.
Gerson Alonso Cruz, Tatiana Ninoska Cruz, Gabriela Nicol Rodríguez, Rolando Torti, Lenín Escobar, Marcos Meza y Jonny Galeas fueron hallados a unas ocho horas de las Cuevas de Talgua, luego de estar perdidos durante cinco días.
Deshidratados, con fiebre y llagas en sus pies, los muchachos fueron rescatados por miembros del Cuerpo de Bomberos y luego trasladados en un helicóptero de la Fuerza Aérea Hondureña al Hospital San Francisco de la ciudad de Juticalpa.
“La falta de alimento había afectado la salud de los jóvenes”, dijo Álvaro Caballero, sargento de Bomberos.
Los muchachos subieron a la aldea Picucha, el punto más alto de la sierra, para grabar un episodio del programa de televisión Full Adrenalina.
El recorrido inició el viernes pasado y espe- raban regresar a sus hogares el domingo, pero no fue así, por lo que sus familiares informaron de su desaparición.
“Salimos el sábado con la intención de regresar el domingo, pero el bosque nos arropó y perdimos el camino”, dijo Gerson Cruz, uno de los excursionistas.
“Llegamos a La Picucha y al regresar veníamos por unos senderos, pero como se entrelazan nos desorientamos”, explicó Lenín Escobar, otro de los jóvenes.
El muchacho recuerda que lo que les ayudó a sobrevivir fue el buen ánimo y la tranquilidad que se mantuvo en el grupo.
“No sentíamos que estábamos perdidos, es más disfrutamos de la belleza de la naturaleza, de las cascadas y nos indignamos por la cantidad de zona deforestada que hay en este bello lugar”, dijo.
El rescate
Escobar explicó que luego de días de caminata, llegaron a una cabaña en medio del bosque, donde los esperaban los miembros del Cuerpo de Bomberos.
“Agradezco a los bomberos porque nos tenían cafecito cuando llegamos a la cabaña”, dijo. Mientras, empapada en lágrimas, doña Dunia Matute abrazaba a su hijo y agradecía a Dios por su vida