Diario El Heraldo

Menores aprenden de disciplina con el taekwondo

A través de este deporte de origen asiático buscan que alumnos de escuelas públicas fortalezca­n sus principios y valores, así como la disciplina y mejoren su condición física

- Ricardo Felipe Sánchez El Heraldo ricardo.sanchez@elheraldo.hn

¿Es posible lograr la paz y disciplina a través de un deporte de golpes y patadas?

Para centenares de niños de educación básica de institucio­nes públicas, la respuesta es afirmativa.

Sus maestros y padres han descubiert­o excelentes resultados a través del taekwondo.

En 2018, en el Centro de Educación Básica Dolores Bustillo de El Carrizal, en Comayagüel­a, se inició un proyecto piloto para incluir el deporte de contacto físico como la clase de educación física.

A partir del segundo y tercer grado, los menores comienzan a aprender los principios y técnicas básicas sobre el taekwondo. Los menores van aumentando sus conocimien­tos y mejorando sus habilidade­s porque los instructor­es les enseñan hasta sexto grado para que alcancen la cinta negra (grado más alto) en cuatro años.

Pero, ¿qué es el taekwondo y en qué consiste?

Se trata de un arte marcial de origen coreano que es tradiciona­l en la cultura asiática desde hace muchos años. También es un excelente método de defensa personal mediante puñetazos, patadas y bloqueos, sin utilizar ningún tipo de arma u objeto. Su nombre significa: tae (pie, patada), kwon (puño, bloqueo) y do (camino, arte, forma de vida). Otro de los beneficios que genera en los niños es que es un gran ejercicio que los mantiene en buena condición física, ya que realizan diversos movimiento­s y queman calorías para combatir y prevenir la obesidad infantil y otras enfermedad­es que se deriven.

El punto consiste en utilizar las técnicas de puños y patadas sin tener contacto con otras partes del cuerpo del oponente.

Proyecto

El proyecto de ayudar a los niños surgió por la iniciativa del gran master de taekwondo, Young J. Yoo, de Corea del Sur, pero residente en Estados Unidos. Actualment­e está avalado por la Secretaría de Educación y funciona en 16 institucio­nes públicas como clase de educación física. A través de la Fundación de Taekwondo Honduras se comenzó a enseñar el deporte a niños en iglesias evangélica­s, organizaci­ones y ahora en escuelas.

La embajada de Corea del Sur en el país apoya de manera permanente con la presencia de maestros avalados a nivel internacio­nal en diferentes institucio­nes de educación básica, media y superior. La mayoría de las institucio­nes están ubicadas en zonas vulnerable­s por la violencia. Uno de los objetivos que se busca es que los menores se alejen de vicios como el alcohol y las drogas, y también de la violencia.

“Dios a través de una oración tocó mi corazón, en una conferenci­a misionera en Estados Unidos, y me dijo que debo ayudar a Honduras a través de lo que sé”, contó el master Young. Él vino al país hace 10 años y se ha encargado de enseñar sus conocimien­tos y técnicas a jóvenes hondureños, quienes ahora son instructor­es en institucio­nes. “El objetivo primordial es compartir el deporte, pero no solo por patear o por puñetear, sino exclusivam­ente por enseñarles la disciplina, los niños son más fáciles de

educar que un adulto”, expresó Álvaro Zelaya, instructor del deporte.

A los niños les gusta el deporte y se emocionan cuando lo practican y entrenan. Sin embargo, no solo se trata de técnicas, para cada alumno conlleva un gran compromiso y respetar a sus padres, docentes y compañeros. A su vez, aprenden palabras del idioma coreano.

“Si el niño se porta mal ya no puede hacer examen, si logramos hacer un giro en la educación a la conducta de nuestra niñez, Honduras va afianzándo­se a un futuro más sólido”, comentó Zelaya.

Los niños deben cumplir con sus deberes académicos, pero también con sus tareas en el hogar como ordenar sus zapatos, su mochila y su dormitorio. También aprenden principios y valores desde el saludo, cortesía, integridad, perseveran­cia, respeto, entre otros.

“Es un deporte que no es tan común en Honduras y tiene ciertas dificultad­es porque se necesita coordinaci­ón de mente, manos y pies”, afirmó el instructor. Cada tres meses se les realiza una evaluación a los alumnos y cada vez que suben de nivel reciben una cinta con diferentes colores y significad­os.

“Es algo progresivo, el niño puede ser el mejor pateando, pero si tiene mala conducta no puede hacer el examen, lo primordial es tener un cambio en conducta porque cuando ellos tengan 15 años van a ser una juventud diferente en la comunidad y ellos van a ser ejemplo para otros niños”, manifestó.

En la Dolores Bustillo, alrededor de 173 alumnos practican el taekwondo. EL HERALDO fue testigo de una evaluación para cambio de cinta de los alumnos. Estudiante­s de diferentes grados llegaron con su uniforme de la clase de educación física y sus cintas. Antes de comenzar el examen entrenaron para reforzar sus técnicas, luego se alinearon para formarse.

Los padres de familia aguardaban para observar el avance de sus hijos. Posteriorm­ente, comenzaron su evaluación sobre la aplicación de las técnicas.

Luego tuvieron que romper una tabla de una patada y de ahí hacer el saludo hacia el maestro Young y autoridade­s de Educación. Cada quién leyó su propio ensayo sobre cómo el taekwondo les ha cambiado la vida y les otorgaron su nueva cinta. Actualment­e, el programa no cuenta con fondos y requiere de apoyo del gobierno, de empresas y organizaci­ones

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Momento en que un grupo de alumnos realizan su examen para optar a un cambio de cinta. El taekwondo se practica como clase de Educación Física en el Centro Dolores Bustillo.
 ?? FOTOS: EFRAÍN SALGADO PARA VER LA GALERÍA COMPLETA www.elheraldo.hn ?? Master Young impone la nueva cinta a los niños que pasaron a otro nivel. Alumnos que ya se graduaron y que ya tienen cinta negra son instructor­es. La directora del centro acompaña a leer su ensayo a una alumna. El respeto, los valores y el saludo es fundamenta­l en este deporte. El Centro Dolores Bustillo fue el piloto para implementa­r el programa. En el examen, ellos deben aplicar sus técnicas y hasta romper tablas.
FOTOS: EFRAÍN SALGADO PARA VER LA GALERÍA COMPLETA www.elheraldo.hn Master Young impone la nueva cinta a los niños que pasaron a otro nivel. Alumnos que ya se graduaron y que ya tienen cinta negra son instructor­es. La directora del centro acompaña a leer su ensayo a una alumna. El respeto, los valores y el saludo es fundamenta­l en este deporte. El Centro Dolores Bustillo fue el piloto para implementa­r el programa. En el examen, ellos deben aplicar sus técnicas y hasta romper tablas.

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