Lejos de nuestro futuro
¡Ya vienen las fiestas patrias! Y los habitantes de este pueblón llamado Honduras otra vez vamos a escuchar los discursos demagógicos que nos ofrecen un futuro prometedor por parte de aquellos que al parecer viven en otra realidad, y nos dirán que ya casi estamos viviendo en un país súper adelantado, casi al nivel de los del primer mundo, un país que avanza a un ritmo envidiable, y otros nos dirán que para ellos Honduras es primero. En fin, el blablablá típico del mes de la patria. En 1991, hace ya 28 años, fue la primera vez cuando salí a filmar ya con un camarógrafo profesional, el recordado Desiderio Cossío. Lo hice para hacer un reportaje de salud pública sobre el cólera. Nos fuimos a los mercados capitalinos y bajo el puente Mallol, en las cercanías de lo que fue la Casa Presidencial, pues son lugares insalubres, donde se botan desperdicios, y así lucían en aquel entonces y así lucen ahora, es decir, que casi tres décadas después, la escena es la misma. ¿Qué significa esto? Pues que estamos estancados, que los problemas sanitarios de nuestro país son los mismos, por consiguiente, seguimos atrasados y esa es la realidad nuestra. El mosquito del dengue, y ahora la malaria, tienen en jaque nuestro sistema de salud. En pleno siglo XXI no hay medicinas en los centros hospitalarios, los bebes nacen en condiciones inhumanas y si hablamos de otros temas relacionados con la seguridad y el desempleo, no terminaríamos de escribir este artículo. Lo que más debería de avergonzar a algunas personas y medios de comunicación es recibir dinero en un gasto de publicidad descomunal por parte de un gobierno que cuenta con sus propios medios de comunicación. Cuando yo creé el programa de televisión “Todos por la salud”, esa Secretaría de Estado suspendió el gasto en publicidad en los demás medios. Ese derroche en tiempos que deberían ser de austeridad afecta directamente a los menos favorecidos que requieren servicios de calidad en un sistema de salud raquítico. Los hondureños, en la medida que pasa el tiempo y los diferentes gobiernos, así como vamos, cada vez estamos más lejos de nuestro futuro.