El triunfador no siempre es un ganador
La vida está llena de significados que no son más que las ropas que nos vamos poniendo y quitando a lo largo de nuestra existencia, llenando maletas con “chirimbolos” y vestimentas del pasado que se vuelven nuestras historias. Creemos que nuestra vida tiene un significado porque superamos obstáculos y nos sentimos triunfadores.
La vida también es de opciones: no tuvimos opción del lugar dónde nacimos, de nuestro cuerpo, o simplemente si debimos nacer, pero sí tenemos opciones de elegir y escoger.
A lo largo de la vida vamos eligiendo libremente nuestras posibilidades como una carrera profesional, la persona para el matrimonio, tener hijos, divorciarnos, el futuro de la nación eligiendo presidentes, y así vamos determinando nuestro destino. Todo lo que elegimos nos lleva a la grada en que estamos de nuestra vida, alimentados de historias pasadas dándole el significado que eso importa porque es lo que define quiénes somos, y luego ahí vamos buscando “triunfar”, para darnos cuenta que no hemos ganado. Muchos triunfadores están llenos de ira, dolor, adolecen depresión, ansiedad y no duermen tranquilos. Muchos triunfadores se quitan la vida, mueren solos y tristes, o terminan locos o encarcelados. Además de elegir, la vida también da la opción de escoger y por eso debemos crear una distinción de una vida de elegir y una vida de escoger. Diferenciar las elecciones de las decisiones nos hace ganadores de paz mental, expresión y amor. Muchos eligieron lo que hoy los ha llevado a ser triunfadores y se ven en su espejo de éxitos, pero no son ganadores si están llenos de rencor y perturbaciones del pasado. Quien perdona a su padre que dice le marcó la vida por sus errores, escogió perdonar y es un ganador. Escoges liberarte de tus inseguridades, escoges ser paciente, escoges liberarte del pasado y entonces has escogido vivir, porque vivir escogiste. El ganador se enfoca no sólo en el resultado de lo que escogió, sino también en el proceso que lo debió mantener en una larga reflexión previa a su decisión
Muchos triunfadores están llenos de ira, dolor, adolecen depresión, ansiedad y no duermen tranquilos. Muchos triunfadores se quitan la vida, mueren solos y tristes, o terminan locos o encarcelados”.