La caravana migrante que causó impacto
Desafiaron a los policías enviados para detenerlos y algunos entraron forzadamente al país
Hace un año, miles de migrantes centroamericanos llegaron a México en caravana con la vista puesta en Estados Unidos, en momentos en que el presidente Donald Trump se preparaba para las cruciales elecciones de mitad de mandato en ese país. Su llegada a la frontera entre México y Guatemala el 19 de octubre de 2018 era solo un presagio de lo que vendría: desafiaron a los policías enviados para detenerlos, algunos entraron forzadamente al país y otros inundaron el puente migratorio hasta que las autoridades cedieron y los dejaron pasar. Huyendo de la pobreza y la violencia de las pandillas en sus países, viajaron juntos con la esperanza de evitar los peligros del viaje, que incluyen bandas criminales que usualmente extorsionan, secuestran y asesinan migrantes. Su imagen impactó al mundo: cargaban sus pocas pertenencias en la espalda y sostenían a sus hijos contra el pecho o de la mano. En ocasiones, lograban subirse a vehículos para avanzar en el camino, pero usualmente caminaban en columnas de cientos de personas, algunos solo calzando sandalias. Lizeth García, migrante hondureña de 23 años, dice tener sentimientos encontrados cuando mira el camino que recorrió junto a su esposo Mauricio y su hijo, que entonces tenía un año. “La gente nos ayudó mucho, en Guatemala, en México. Yo pedía para comida de mi bebé, para que comiéramos y la gente me apoyaba un poquito”, dice García