Argentina inicia una transición agitada hacia el kirchnerismo
El triunfo de Alberto Fernández -quien asumirá en medio de una recesión económica- ocurre cuando América Latina se encuentra en plena ebullición, con masivas protestas en Chile, Bolivia y Ecuador
Mientras el presidente conservador Mauricio Macri y el opositor Alberto Fernández acordaron trabajar por una transición ordenada en Argentina, los mercados reaccionaron inquietos ayer por el regreso del populismo al poder.
“Mi equipo y yo estamos en disposición para trabajar juntos y lograr una transición democrática que beneficie a todos los argentinos”, expresó el mandatario conservador a través de redes sociales el lunes en el cierre de una jornada en el que los mercados operaron con inquietud por el resultado electoral.
Fernández, acompañado en la fórmula por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), obtuvo 48.10% de los votos según el escrutinio del 97.13% de las mesas. Macri alcanzó 40.37% de los votos, lo cual le daría el triunfo al opositor en primera vuelta. Este resultado deberá ser confirmado por la justicia electoral en los próximos días.
Repercusiones económicas
El índice Merval, que mide a las acciones líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, operó en positivo al inicio de la sesión y luego se derrumbó 3.9%. En tanto, la mayoría de las acciones argentinas que cotizan en Nueva York tuvieron pérdidas mientras el riesgo país subió 2.254 puntos básicos. Por su parte, el dólar cerró a 63.50 pesos por unidad y en baja respecto del viernes -cuando lo hizo a 65 pesos-, debido al endurecimiento de las restricciones para la compra de divisas que se aplicaron el lunes con el propósito de preservar la estabilidad cambiaria y las reservas del Banco Central.
Los particulares podrán comprar sólo $200 por mes a través de operaciones bancarias por internet, en lugar de los 10,000 que estaban permitidos desde la primera restricción. La disminución del nivel de reservas también obedeció a la retirada de depósitos de ahorristas y al pago de deuda en un clima de incertidumbre política