Se hunde el neoliberalismo
Meses habían pasado desde la últimas reuniones del Grupo de Lima, donde los gobiernos conservadores del continente apostaban por la caída del presidente Nicolás Maduro en Venezuela. En una reunión conspirativa de estos gobiernos, casi con un amor paternal, aparece Piñera abrazando a Juan Guiadó, indicándole que los días de Maduro en el Palacio de Miraflores estaban contados, la democracia volverá a Venezuela —parece decirle—. Claro, se trata de la democracia de los mercados y de los grandes consorcios que por años han explotado las enormes riquezas de los chilenos.
Piñera lucía como el campeón del neoliberalismo, el país andifácilmente no fue el primer territorio en el cual se había implementado el recetario del neoliberalismo a partir del último cuarto del siglo pasado. En esencia, el neoliberalismo proclama que el libre mercado es el mejor espacio para la asignación e intercambio de recursos económicos. El recetario de los organismos financieros internacionales que se inspiran en esta teoría va desde la privatización de las empresas públicas, pasando por la reducción del gasto social en educación, salud y vivienda, devaluación de la moneda y otras que han sido catastróficas no solo para el grueso de la población, sino también para ciertos sectores de la economía que al no poder competir en una economía abierta han tenido que cerrar sus empresas.
Los gobiernos de Chile desde la dictadura militar de Pinochet se han caracterizado por abrazar
El neoliberalismo es una teoría que favorece la alta concentración de la riqueza. En Chile, la Cepal lo confirma: el 1% más acaudalado es dueño del 26.5% del PIB”.
las medidas de ajuste económico, por lo que ellos son los responsables de haber sumido en la pobreza a millones de chilenos. El neoliberalismo es una teoría que favorece la alta concentración de la riqueza. En Chile, la Cepal lo confirma: el 1% más acaudalado es dueño del 26.5% del PIB. Alguien me decía que en Chile todo se vende, lo único que no está sometido a la oferta y demanda es el aire y el sol.
Las pensiones perdieron su valor, los jóvenes para ingresar a la universidad, tanto públicas como privadas, tienen que costearse sus estudios, el desempleo afecta a un 8 por ciento de la población, encontrándose que el desempleo afecta a los profesionales, existe un déficit de viviendas de alrededor dos millones de habitaciones.
Todas las expectativas que generó el modelo neoliberal en
Chile se han ido al suelo. Por mucho tiempo los jóvenes de otros países iban a conocer y estudiar el modelo, algunos regresaron a sus países y fueron colocados en los gobiernos y en la empresa privada, hasta los programas de estudio de las universidades fueron rediseñados siguiendo el modelo chileno.
Economistas hondureños graduados en aquellas universidades y que rápidamente se convirtieron en promotores del neoliberalismo en el país, hoy día, ante el estallido social que vive Chile, han tenido que salir explicando que lo que ocurre en aquella nación son síntomas del desarrollo, o sea que los chilenos del gusto, retozan.
Con lo que ocurre en Chile, antes en Ecuador y las guerras comerciales de Trump, se le está poniendo una lápida al neoliberalismo