Lo ocurrido en El Salvador “es un autogolpe” que no conviene
Un agravamiento de la situación política en El Salvador no conviene a Centroamérica, mucho menos a Honduras, porque Nayib Bukele no tiene buenas relaciones con el presidente Juan Orlando Hernández, en opinión del exembajador hondureño en aquel país, Enrique Mejía Uclés. Uclés considera que la militarización de la Asamblea Legislativa es un autogolpe que puede tener repercusiones. EL HERALDO conversó con este exidiplomático de la década de los ochenta.
Como exembajador de Honduras en El Salvador, ¿qué opinión tiene de la militarización de la Asamblea por parte del presidente Bukele?
Esto fue un autogolpe que ya pasó en Perú con Fujimori y aquí pasó hace muchos años (1904) con Manuel Bonilla cuando Lee Christmas (director de la Policía) tomó el Congreso y sacó a todos los diputados. Lo de El Salvador fue un autogolpe y falta de respeto a la Constitución que marca los poderes del Estado.
¿Por qué este comportamiento de Bukele con su Congreso?
Lo que pasa es que Bukele no tiene diputados de su propio partido, eso lo hace que no tenga la suficiente fuerza como para obligar en libre juego de las ideas en el Congreso para poder aprobar ese préstamo. Ha buscado al pueblo para que lo apoye y el pueblo es sabio, es soberano y por eso yo creo que es un vulgar autogolpe.
¿Qué consecuencias puede traer eso para El Salvador?
Eso ya deja un mal precedente para Bukele. El Salvador es uno de los países que tiene un mayor contraste político porque ahí hubo una guerra y hay un sector privado muy fuerte. Yo no le veo muchas posibilidades a Bukele porque lo pueden presionar.
¿De qué forma lo pueden presionar y quién?
Las fuerzas políticas, ya los salvadoreños no lo van a querer. Los salvadoreños en ese sentido son muy duros, él ya no tendría mucho campo, ya no podrá socializar sus decisiones.
¿Es peligro que Bukele confronte con exguerrilleros que ahora son políticos?
El Frente (Farabundo Martí) es gente que tiene muy bien definidos sus criterios políticos. Si algo tiene la izquierda es que dogmáticamente hablando es gente de convicción